Síntomas como la caída del peso de la industria en el Producto Interno Bruto (PIB), el cierre de plantas que llevaban años en el país como la de Michelin (Icollantas) o la de Bayer en Cali, la composición del empleo, la dependencia de los commodities y la firma exagerada de TLC prenden las alarmas. Pero hay quienes dicen que la situación no es suficiente para hablar de desindustrialización, pues hay crecimiento de la producción y las exportaciones gracias a los TLC y al aumento de la inversión extranjera.
Es un hecho que hubo resultados poco alentadores a finales de 2012 y comienzos de 2013. Sin embargo, el Gobierno Nacional y gremios como la Asociación Nacional de Industriales (Andi) han destacado que la industria ha crecido a pesar de la crisis mundial.
Señales de una industria enferma
Al hacer un análisis del comportamiento del sector en las últimas décadas, se observa que hay un descenso del peso de su aporte sobre el PIB nacional desde los años setenta. Mientras que en esa época representaba el 22,8% del total, fue disminuyendo a 20,8% en los ochenta, 15% en los noventa y 14,2% en los primeros diez años del milenio.
“En Colombia ha habido algunos procesos de corta duración, pero ha habido una desindustrialización que viene desde hace mucho tiempo. Además se agudizó en los momentos en las épocas en las que se empezó a abrir el país. La liberalización y las aperturas arancelarias han tenido impacto”, dijo Sandra Miranda, profesora del departamento de Economía de la Universidad Javeriana.
Otro de los factores es el cambio de la composición del empleo que ha tenido el país. Mientras que en la segunda mitad de los años setenta la industria aportaba el 25,4% de los empleos del país, según cifras publicadas por la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) para el periodo 2005 a 2008 este fue de solo 13,1%, situación preocupante porque además no se vio un traslado significativo hacia otros sectores que tomaron relevancia como el minero - energético.
Además de esto, se señala que la Enfermedad Holandesa ya habría llegado al país reflejada en la tasa de cambio, que no se ha podido mantener por encima de los $1.900 a causa de la avalancha de dólares producto de los volúmenes y precios de exportación de las materias primas y los commodities. Allí se alega una dramática caída de las exportaciones industriales desde 2008 y el gran crecimiento de las minero-energéticas.
“Estamos, a mí juicio, a una fiebre de 40 grados de Enfermedad Holandesa. Una política de comercio exterior que es Tratados de Libre Comercio (TLC), tenemos una verdadera indigestión de TLC, muchos de ellos no sabemos qué impacto vamos a tener, no hay un análisis público del impacto”, señaló a LR José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda.
Por qué no hay recesión industrial
Por otra parte, quienes niegan la desindustrialización dicen que los hechos de los últimos años lo confirman. La producción del sector creció 6% en 2011, 1% en 2012 y en 2013 ya pasó al terreno positivo en la medición entre enero y mayo con 0,2%. Además en el mismo periodo fue el sector que más creció sus exportaciones, mientras que el minero-energético fue el de mayor caída.
En palabras del ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, “mientras que en Colombia se cierran dos industrias se abren otras cuatro”.
Crudos para tercera revolución industrial
Todos los analistas consultados por LR afirmaron que Colombia todavía está cruda para hacer parte de la llamada ‘Tercera Revolución Industrial’. Esta tiene que ver con el desarrollo de productos tecnológicos, en el que Estados Unidos y los países asiáticos llevan una amplia ventaja. En medio de esta nueva era la industria cada vez va a ver más reducido el número de empleos, los cuales en economías avanzadas han pasado al sector servicios. En el caso colombiano, se ha señalado que a los sectores industriales hacia los que se están apuntando los mayores esfuerzos de desarrollo son otros diferentes a los tecnológicos. “Estamos muy lejos a pesar de que el Gobierno Nacional definió como una locomotora la innovación y la incentivó.
Pero realmente falta un verdadero criterio para impulsar la tecnología en el país”, dijo Germán Nova, profesor de economía de la Universidad Nacional. Algunos más rescatan algo del esfuerzo y señalan que, aunque se han dado algunos pasos para impulsar este aspecto, faltan mayores esfuerzos para entrar en la competencia mundial. Señalaron que a Colombia y América Latina les falta muchos años y cosas por aprender.
tomado de:larepublica.co