Esos señores vestidos de negro que antes vendían el servicio fúnebre, en medio del dolor de los familiares, son personajes que ya están en vía de extinción.
Antes la misión principal de ese negocio era la venta de un cajón, el alquiler de la sala y lo relacionado con el servicio funerario.
Hoy, el modelo de negocios del sector se transformó y generalmente hay una previsión que permite simplemente ejecutar un servicio que se contrató previamente.
De acuerdo con las cifras del Comité Nacional del Sector Funerario de Fenalco, en la actualidad hay 16 millones de colombianos cubiertos por algún tipo de previsión exequial.
Con esa cobertura, no es de extrañar que el 60 por ciento de las honras fúnebres que se ofician en el país sea cubierto por algún producto de previsión.
“El sector colombiano se ha venido profesionalizando. Las empresas han mejorado en la capacitación de su personal y hemos agregado servicios de asistencia psicológica, jurídica y psiquiátrica”, sostiene Armando Franco, vicepresidente del Comité Nacional del Sector.
Esta diversificación de la oferta ha permitido un crecimiento notable de la industria.
En el 2012, el sector registró ventas por 492.594 millones de pesos, lo que representó el 0,1 por ciento del PIB del país de ese año, y una variación de 10,7 por ciento frente al año 2011.
El centro del negocio
Tal vez, la principal transformación que ha logrado el sector en los últimos años radica en que el centro del negocio dejó de ser el trámite de lo que ocurre después de la muerte.
“Somos empresas de rituales exequiales, porque finalmente un cuerpo no necesita muchas cosas, pero las personas, los familiares, necesitan vivir la evolución del duelo”, asegura Fernando Arango, director general de la Funeraria San Vicente.
Precisamente por esto, una de las grandes preocupaciones del gremio es que las nuevas generaciones ya no les den tanta importancia a los rituales.
De acuerdo con Andrés Uribe, gerente de Funeral International Group, en especial se ve en los estratos altos que las personas cada vez más prescinden de los rituales tradicionales.
Para Uribe, este cambio en las costumbres es un asunto que no solo afecta las finanzas del sector, sino que también trae consecuencias psicológicas para los familiares del difunto.
En todo caso, si hay algo que han demostrado las empresas de este sector es que siempre hay espacio para crecer.
Hoy, en Colombia se ofrecen servicios tan exclusivos como la creación de estatuas y piedras preciosas a base de las cenizas del difunto, el envío de restos al espacio y cementerios ecológicos. Además, el sector exporta ataúdes, productos para preparar cuerpos y también servicios de previsión exequial a naciones como Ecuador, Panamá, República Dominicana, Venezuela y EE. UU.
PIONEROS EN LA VENTA AL EXTERIOR DE SERVICIOS EXEQUIALES
Colombia es uno de los primeros países de América Latina que empezaron a exportar servicios fúnebres y de previsión exequial.
Actualmente, compañías del país permiten que colombianos que viven en el exterior adquieran planes que cubren la repatriación del cuerpo, el ritual fúnebre y la sepultura.
De acuerdo con Andrés Uribe, gerente de Funeral International Group, esta compañía adelanta un análisis del mercado mexicano para ofrecer a este destino los mismos servicios de previsión que ya conocen y utilizan los colombianos.
Tomado de: portafolio.co