La crisis económica mundial sigue causando estragos en el mercado laboral. Grecia tendrá una tasa de desempleo de 29.3%, seguido por España, con un 26.8%.

Detrás del panorama laboral negativo hay diversos factores. En España, el desplome de la inversión en vivienda fue crucial, según afirma el Banco de España en un informe sobre crisis económica. Sin embargo el principal problema en Europa fue desconocer o no mantener un adecuado control en instrumentos financieros, cuyo desempeño es difícil entender a largo plazo, dice Michael McMillan, Director de Ética y Estándares Profesionales del CFA Institute.
 

Los bancos en términos de hipoteca se pusieron a prestar dinero sin asegurar los daños colaterales. Esto no siempre es cosa de ética sino de no ser inteligente, desconocer cómo funcionan los productos de inversión y qué tipo de resultados tendrá, asegura McMillan.
 

"Cuando conjuntas gente que no sabe lo que está vendiendo y personas que compran con desconocimiento, por ejemplo, sin entender cómo se comporta una hipoteca, se trata de una receta para que esto colapse y surja una crisis", afirma el ex analista de valores en firmas como Bailard.
 

No saben escuchar
 

Con la crisis financiera aún fresca, podría pensarse que los responsables en materia económica saben cómo responder ante estas situaciones. Parte del problema es que las instituciones deben dar resultados y no se analiza, o no les interesa ver cómo están llegando a esas cifras. Lo importante es alcanzar el volumen establecido, indica el representante de CFA.
 

Las instituciones financieras, un banco por ejemplo, señalan que el cliente tiene la razón, aunque muchas veces anteponen sus intereses a los de los inversionistas, y con la idea de lograr los resultados venden productos incorrectos.
 

"Aquí sí hay problemas de ética", dijo en entrevista McMillan.
 

Ante la forma en que han actuado algunos organismos durante la crisis, algunos economistas y premios Nobel -entre los que destaca Joseph Stiglitz- hablan de una política macroprudencial, que limite el tamaño de los préstamos según el precio del bien que se va a adquirir, por ejemplo, una casa.
 

Michael McMillan se va a un aspecto más profundo y dice que es necesario trabajar con los responsables detrás de los productos financieros. Debe haber un entrenamiento y certificación continuos para que las personas sepan ofrecer el producto más adecuado.
 

"La crisis está en términos de confianza, las personas no saben si el asesor financiero está vendiéndole un producto que le convenga a él o ella, o la institución que representa y sus intereses propios", aclara.
 

Casas de Bolsa, brokers, bancos de inversión y comerciales deben aplicar medidas para recuperar la confianza de los inversores, entre ellas está la ‘Declaración de los derechos de los inversionistas', una lista de reglas que el CFA estableció para ayudar a los compradores de productos de servicios financieros a exigir la conducta que tienen derecho a esperar de las instituciones.
 

Empezar por la raíz
 

Las crisis económicas se han traducido en falta de credibilidad por parte de los usuarios de servicios financieros. Por eso McMillan -también contador público certificado- destaca que se necesita sanciones más estrictas para cuando se infringe una regla.
 

"Los funcionarios deben estar conscientes que si su institución se ve involucrada en algún fraude tendrán consecuencia por ello", agrega.
 

En el caso de México, o cualquier país que quiera reducir la corrupción en órganos reguladores financieros, lo indispensable es empezar "por la cabeza".
 

El representante de CFA no abunda en la situación de México, y se refiere a Brasil como un ejemplo importante en sanear su mercado financiero y ganar mayor transparencia. "En corrupción han hecho buen trabajo, han castigado a instancias que se han comportado de manera poco ética o dolosa", apunta.
 

¿Se puede hablar de ética en las instituciones financieras? Michael McMillan insiste en que la mayor crisis en este ámbito se enfoca en credibilidad. Los usuarios no tienen fe en que se les ofrece un producto acorde a sus necesidades. Sienten que se les brinda un producto que -al final- beneficiará a otros, agrega.
 

"La cura o la respuesta a esta crisis de ética es educar mejor a los inversionistas, a las personas que inician carrera en las instituciones financieras, becarios, reguladores, empleados y todos los profesionistas en materia de inversión", explica el contador público
 

El también MBA por la Universidad de Stanford puntualiza que los contadores públicos debieran incorporar alguna capacitación cada año para actualizarse en cómo se comporta su industria, o bien, optar por una certificación.
 

Actualmente, el total de miembros acreditados por CFA Institute en México es 93, el país representa una de las tres regiones con mayor número de miembros acreditados, pero lo supera Argentina con 95 integrantes y Brasil con 536.

Tomado de:cnnexpansion.com