El texto de la reforma tributaria sigue siendo objeto de modificaciones.

El desmonte de parafiscales y los aportes que hacen las empresas a la salud, y el nuevo impuesto Cree, entre otros, continúan con el protagonismo.
 

La polémica se ha suscitado por el temor a la desfinanciación de instituciones como el Sena y el ICBF, cuyo presupuesto se obtiene de los parafiscales, pero el ministro de Trabajo, Rafael Pardo, desvirtuó uno a uno los reparos que le han hecho a esta medida, catalogándolos como equívocos.

"La única diferencia que hay ahora es el cambio de la fuente de financiación, pero esta crece más rápido.
 

El recaudo a través del Cree será mayor que el que se lograría si se sacaran los recursos dejando el impuesto de renta en 33 por ciento y sacando de allí los 8 puntos que aportará el impuesto a la equidad".
 

Otro de los cambios fue confirmado por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien explicó que la medida de ponerle un impuesto al consumo en los restaurantes, del 8 por ciento, en vez del IVA del 16 por ciento, generó inconformidad en ese sector, el cual sintió que la carga tributaria se le incrementaba.
 

Esto, debido a que con el IVA logran una devolución, mientras que con el impuesto al consumo no. La decisión, hasta el momento, es volver al antiguo esquema, es decir, el IVA del 16 por ciento, que recae sobre el consumidor.
 

En lo que tiene que ver con la medicina prepagada, la imposición tributaria que tendrá aún está en discusión.
 

Finalmente, los parlamentarios presionan para que se graven los dividendos que logran obtener las empresas.
 

Anoche, el Congreso y el Gobierno iniciaron la redacción definitiva de la ponencia que votarán en las próximas semanas, para luego pasar el texto a las plenarias.

Tomado de: Portafolio.co