Un llamado a renovar los esfuerzos para modernizar los sistemas fiscales que hoy, lejos de ser un apoyo, se consideran 'una oportunidad perdida' y no son verdaderos instrumentos de progreso hace el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la última edición de su serie de publicaciones, titulada 'Recaudar no basta: los impuestos como instrumento de desarrollo'.
La obra que se presenta hoy en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson en Washington muestra cómo las políticas fiscales existentes obstaculizan el crecimiento de micro, pequeñas y medianas empresas , contribuyendo a la baja productividad que plaga a la región.
Y si bien reconoce que en las últimas dos décadas algunos países de América Latina han fortalecido sus administraciones fiscales, aumentando la recaudación en cerca del 2,7 % del PIB, la tasa de mejoramiento más rápida del mundo, cuestiona que la región logra apenas recabar el 17 % del PIB en ingresos fiscales, lo cual es menos de lo que podría, en función de sus ingresos per cápita.
Una de las razones es que el potencial de ingresos por impuestos a la renta de las personas es desaprovechado y debería ser uno de los pilares de cualquier sistema impositivo para, en definitiva, ayudar a los pobres. En la región, este impuesto genera apenas 1,4 % del PIB, comparado con el 8,4 % en los países desarrollados.
"Los sistemas impositivos deberían ser modernizados para alentar la formación de compañías más grandes y productivas en la economía formal", dice Santiago Levy, vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID. Por su parte, Ana Corbacho, asesora económica del BID y coeditora del libro, considera que "políticas impositivas inteligentes nos ayudarán a combatir la pobreza y la desigualdad, disminuir los efectos del cambio climático y mejorar la productividad del sector privado".
El BID habla de cinco principios que toda reforma fiscal debería respetar: incluir impuestos que favorezcan a los pobres, ser más simples y con una base de contribuyentes más amplia, reforzar la administración fiscal de manera que todos los ciudadanos y negocios cumplan con sus obligaciones fiscales, asegurar que los gobiernos locales puedan generar sus propios recursos con ingresos suficientes para hacer frente a sus crecientes responsabilidades y, dada la extraordinaria riqueza natural de la región, crear incentivos para su uso más eficiente, pensando en las necesidades de desarrollo de futuras generaciones.
Tomado de:portafolio.co