Según el texto, a los consumidores “les es completamente indiferente el origen del producto, porque lo que busca es una marca que le cumpla una promesa de satisfacción, en la cual el precio, la calidad, la moda, la tendencia y la innovación son factores premiados por el mercado y no la bandería que tenga impresa”.
En nuestra debatible opinión, este concepto de consumidor está hoy evolucionando progresivamente hacia una visión de ciudadano consciente y responsable en donde temas como: i) la nacionalidad del producto, ii) protección con el medio ambiente y iii) manufacturado por población vulnerable, que cada vez tienen mayor relevancia en las decisiones de consumo.
Es preciso resaltar que el consumo responsable no significa laxitud frente a la calidad del producto o servicio. Significa, no limitar la decisión de consumo a un cálculo utilitario sino a un proceso racional que tiene en cuenta valores como la solidaridad, la cooperación, y sentimientos de patriotismo.
En efecto, en algunos segmentos el compromiso nacional, ambiental o social del producto tienen un mayor peso que el costo. En Estado Unidos, según la firma Opinion Research Corporation (ORC), el 43 por ciento de los norteamericanos compraría productos 'Hecho en Estados Unidos' aún si fuesen entre un 10 y 15 por ciento más costosos que el mismo producto proveniente de otro lugar.
No obstante, es preciso reconocer que la mayoría de consumidores aún no estamos preparados para asumir un mayor costo por un producto responsable frente a otro que no lo es. Pero en igualdad de condiciones de calidad y precio, es posible que la mayoría de los consumidores sí opten por el consumo responsable.
Aún no existen cifras colombianas al respecto pero en Estados Unidos según el mismo estudio de la ORC, el 83por ciento de los estadounidenses estaría dispuesto a comprar productos “Hecho en Estados Unidos” como su primera elección si existiera la opción de compararlos con aquellos de origen diferente al nacional.
En Perú, conforme Investigación de Marketing S.A, el 73 por ciento de los peruanos compraría más productos hechos en su país que importados.
Piénselo, si usted se encuentra con dos camisetas iguales pero una de ellas es colombiana y la otra no, ¿prefería comprar la camiseta colombiana a la de origen extranjero?
El interés por comprar productos con compromiso ecológico, social o nacional ha ido aumentando por el impacto que ésta decisión tiene en el entorno. Un ejemplo de lo anterior, es el impacto de comprar producto nacional en variables macroeconómicas como el empleo. Para el caso de Estados Unidos, de acuerdo con Moody's Economy.com, si cada estadounidense destinará tan solo 3,33 dólares adicionales al año en productos norteamericanos, ello aportaría a la creación de aproximadamente 10.000 empleos; lo cual muestra cuán grande es el efecto de un cambio en la decisión de consumo cuando se reorienta a productos con origen doméstico.
Aún cuando la tendencia del consumo responsable es creciente, el desafío para consolidar esta lógica de consumo es grande; no sólo desde el consumo, sino también desde la producción para lograr que el tejido empresarial provea al mercado productos y servicios variados y competitivos en calidad y costo.
Desde lo que nos corresponde como consumidores podemos aportar mucho si asumimos la condición de ciudadanos conscientes y responsables de los problemas comunes en nuestras decisiones de consumo. De esta manera, se puede transformar positivamente nuestro medio ambiente, nuestra capacidad de producción industrial; y por lo tanto, la cantidad y calidad del empleo nacional.
Entonces siente a Colombia, come colombiano, compra colombiano. Así se construye país entre todos.
Tomado de:portafolio.co