En general, cuando alguien decide invertir su dinero en acciones, la primera pregunta es ¿qué acción me puede dar grandes ganancias, de forma rápida y sin riesgo? Y la respuesta es simple: esa acción no existe.
La realidad es que en el mercado bursátil las grandes utilidades van de la mano con los grandes riesgos, y las inversiones seguras, con las bajas utilidades.
Lo primero que debe preguntarse el nuevo inversionista es ¿cuánto dinero tengo para invertir?, ¿cuánto me quiero ganar? ¿cuánto tiempo puedo mantenerlo invertido? Y, lo más importante, ¿cuánto estoy dispuesto a perder?
Solo cuando se tenga claro eso, podrá buscar la acción que se acomode a sus posibilidades.
Hay que tener en cuenta que el mercado bursátil es una extensión de los sectores reales, es decir que cada acción que se negocia en la bolsa representa una empresa que produce algo, por ejemplo, Ecopetrol produce petróleo; Fabricato, textiles; etc.
Por esta razón, quien vaya a invertir en acciones debe buscar las de las empresas que sean fuertes en el sector real y para eso debe estar plenamente informado de las actividades de dichas empresas, pues todo influye en el precio de una acción.
Expertos recomiendan invertir en títulos líquidos, esto es, que sean fáciles de comprar y/o vender en caso de necesitar la plata.
Lo que jamás debe hacer es invertir en acciones los ahorros de su vida, ni sus cesantías, ni las primas o la cuota inicial de su casa.
Lo recomendable es solo invertir los excedentes, la plata que no se necesite en un tiempo determinado, pues este es un negocio en el que la paciencia juega un papel importante para tomar las mejores decisiones a la hora de vender las acciones.
Lo mejor es estar plenamente capacitado para tomar las decisiones y aunque las comisionistas de bolsa facilitan asesores que guían a los inversionistas para saber qué acciones comprar, en qué momento hacerlo y cuándo venderlas; es recomendable capacitarse antes de aventurarse al mundo de la inversión en acciones del mercado.
El dólar es una opción que ya está pasada de moda
Atrás quedó la época en que comprar dólares era una buena opción para invertir, pues la devaluación que caracterizaba a la moneda colombiana parece no regresar, al menos por ahora.
Es más, hasta hace un tiempo, comprar la divisa estadounidense para esperar que subiera y luego venderla era un negocio recomendado de largo plazo. Sin embargo, esto también dejó de ser una opción viable.
Prueba de ello es que el 11 de febrero del 2003, el precio del dólar estuvo cerca de los 3.000 pesos, mientras que hoy, una década después, la divisa apenas llega a 1.800 pesos.
Expertos aseguran que en la actualidad no hay razones para pensar que la situación, al menos por este año, pueda cambiar, es decir, que el peso se devalúe y quienes hayan adquirido dólares puedan obtener rentabilidad.
Muestra de ello es que las medidas adoptadas por el Gobierno y el Banco de la República no han podido frenar la volatilidad, y aunque en las últimas semanas ha habido una leve tendencia al alza, la divisa apenas supera los 1.800 pesos.
Tomado de: portafolio.co