El hombre es, por naturaleza, diurno. Por eso, trabajar o hacer actividades nocturnas permanentemente puede afectar su organismo e incluso hacerlo más propenso a sufrir enfermedades como obesidad y diabetes. (Duerma de día como si fuera de noche)

Un estudio de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong, en China, en el cual participaron más de 200.000 personas, concluyó que las posibilidades de que los trabajadores nocturnos sufran diabetes se incrementan un 9 por ciento.

Los resultados fueron divulgados en el Occupational and Environmental Medicine, publicación de la facultad de medicina ocupacional del Real Colegio de Médicos de Londres.

Al parecer, que las personas duerman en jornada contraria de manera permanente las llevaría a desarrollar las etapas tempranas de la diabetes de tipo 2, por lo que se recomienda especial atención a su salud.

Hernán Yupanqui, endocrinólogo y presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, dice que las hormonas se comunican con el cuerpo para que los órganos y los sistemas cumplan con sus funciones.

“En el día, los sistemas energético, cardiopulmonar, renal y óseo del ser humano son activos. En la noche cambia el ciclo: el cuerpo descansa y sus requerimientos calóricos son menores”, dice Yupanqui.

Por eso, los turnos inversos –dice el especialista– pueden dar paso a una ruptura de toda la fisiología humana, que cuando resulta una obligación puede pasar por dos fases: aguda y crónica.

“En la fase aguda –asegura el endocrinólogo– nuestras hormonas y ciclos se van a estresar porque están acostumbrados a tener más consumo de energía en el día y no en la noche. En la fase crónica, muchas personas logran adaptarse, como una forma de supervivencia, en una especie de trasformación de su reloj biológico”.

No obstante, dice Yupanqui, hay seres humanos que no logran adaptarse y terminan expuestos a más problemas, como factores de riesgo cardiovascular, diabetes u obesidad.

Juan Vicente Conde, médico especialista en medicina del trabajo, dice que cuando se invierte la rutina hay procesos metabólicos que se alteran y se producen distorsiones en el funcionamiento.

Aclara que eso no significa que todas las personas que trabajan o estudian en la noche vayan a tener enfermedades; en muchos casos se necesitan factores de predisposición.

Según Conde, más allá de la salud física, los horarios nocturnos también pueden causar irritabilidad y difíciles relaciones sociales por quedar casi aislados.

Además de la advertencia con la diabetes y la obesidad, otros estudios importantes, explica el médico, han evidenciado mayor frecuencia de cáncer de seno para las mujeres con intensos horarios de trabajo nocturno, durante mucho tiempo.

También aumenta la posibilidad, asegura, de sufrir accidentes tipo infarto.

Según Conde, las alteraciones del metabolismo, que cuenta con sustancias fundamentales para algunos procesos, pueden variar su función central cuando estas no funcionan como debe ser y producir errores en la reconstrucción de las células.

“El organismo permanentemente está fabricando células en el pelo, la piel y los huesos; cuando se altera ese proceso hay riesgo de errores que pueden llevar a enfermedades”, explica Conde.

Los eventuales cambios de peso, dice Gustavo Díaz, nutricionista del área de salud de la facultad de medicina de la Universidad El Bosque, se deben al desajuste metabólico. Es decir que el organismo nocturno en actividad guarda más grasa porque siente que trabaja más y que necesita más reservas de energía.

“Consciente o inconscientemente, la persona pica en la noche para tratar de mantenerse despierta. Al otro día puede tener más hambre y aumentar el tamaño de las porciones que come, sumando al probable hecho de que su metabolismo se vuelva mucho más lento”, dice.



Formas de bajar el riesgo

– Coma sano, no olvide la fruta en el día y la verdura en cualquier momento.
– El café, el té y la gaseosa con azúcar son más perjudiciales en la noche.
– Saque tiempo para hacer actividad física; le ayudará a sentirse con energía.
– Limite el consumo de grasas y harinas.
– Evite los paquetes y prefiera llevar una lonchera con comida hecha en casa.
– Quesos y cárnicos son mejor opción que los embutidos.
– No abuse de los energizantes porque alteran el metabolismo y cuando termine la jornada estará extenuado.

Incluya una bebida caliente, baja en azúcar, para enfrentar el frío de trabajar en la noche. Así tendrá menos apetito.

ESTILO DE VIDA

Tomado de: https://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/salud/trabajar-de-noche-pone-a-sufrir-al-organismo-/14375355