Fuente: https://www.larepublica.com.co/

Las Compañías de Financiamiento Comercial se transforman rápidamente. El leasing quedará en manos de los bancos mientras que las entidades pequeñas le siguen apostando a la especialización.

Los primeros y más evidentes impactos de la pasada reforma financiera se están sintiendo sobre el subsector de las Compañías de Financiamiento Comercial (CFC) que está cambiando rápidamente su estructura. Si bien hoy hay alrededor de 27 compañías entre las especializadas en leasing y las tradicionales, el sector se vería reducido a la mitad, tanto en tamaño de la cartera como en número de compañías, durante los próximos meses. Por un lado, las CFC especializadas en leasing, e incluso algunas de las CFC tradicionales más grandes, serían absorbidas por sus bancos matrices, mientras que otras compañías más pequeñas están adelantando su proceso de conversión a bancos, como Finandina y CRM Falabella (ver Dinero No. 343).

Con la autorización que dio la reforma a los bancos para ejercer directamente actividades de leasing, entidades como Leasing de Occidente, Helm Leasing, BBVA Leasing, Leasing Bogotá, entre otras, han anunciado que serán absorbidas por sus compañías matrices. Leasing Bancolombia, líder del sector, funcionará bajo un esquema mixto en el cual mantienen la compañía separada -por lo que no será absorbida- pero trabajando integradamente con el banco, afirma Luis Fernando Pérez, su presidente. “La entidad ya venía en un proceso de integración y búsqueda de sinergias con el banco, respondiendo a la filosofía de banca universal que tiene el Grupo Bancolombia”, agrega.

Esto muestra cómo el negocio de leasing terminaría dominado por los bancos. Con esto, la actividad de leasing debería tener un mayor crecimiento y penetración, pues la amplia red bancaria permitiría un fondeo más barato y una más amplia presencia y difusión de las ventajas del leasing. Además, el mayor patrimonio de la banca le da un gran espacio para crecer.

Sin embargo, para Maristella Sanín, presidente de Fedeleasing, también existe el riesgo de que esta actividad pierda fortaleza al volverse un producto más dentro del amplio portafolio de los bancos. “Ojalá conserven y estimulen el factor humano que trasladen al banco, pues el que sabe hacer crédito no necesariamente sabe hacer leasing”, afirma. Y es cierto. Mientras en un crédito se mira la capacidad de pago y las garantías colaterales que ofrece el cliente, en el leasing se mira sobre todo el mercado del activo, entre otras cosas, pues la compañía mantiene su propiedad. Además, el leasing no afecta el capital de trabajo ni figura en el patrimonio del cliente, lo que le brinda grandes beneficios.

Para algunos, esta especificidad de la actividad abre espacio a que exista un nicho de entidades independientes, como ocurre en otras actividades: factoring, vehículos, crédito educativo, microcrédito y libranza, entre otras.

Sin importar si es dentro de los bancos o independientemente, lo cierto es que el leasing aún tiene mucho espacio por ganar.

Según Leasing Bancolombia, productos que se puedan estandarizar y sean simples como el leasing inmobiliario se van a ofrecer a través de la red, mientras que otros más especializados, como infraestructura, zonas francas, arriendo y renting, tendrán que seguir manejándose con personal especializado.

Para Clara Escobar Ramos, directora ejecutiva de la Asociación de las Compañías de Financiamiento Comercial tradicionales (Afic), “a pesar de la reducción del sector, la banca de nicho seguirá existiendo por su especialización, conocimiento cercano del cliente, mayor agilidad y mejor servicio”, afirma.

Mejoran perspectivas

A pesar de un 2009 en el que la cartera del sector cayó 1,6% y las utilidades se redujeron en 12,8% ante la desaceleración de la economía y el crecimiento del desempleo (ver tabla), las compañías están optimistas sobre el comportamiento del mercado en 2010.

“Los resultados son bastante satisfactorios si consideramos el difícil entorno y que no contamos con el negocio de tesorería”, afirma Clara Escobar Ramos. Además, hay que considerar que la cartera decreció luego de tres años creciendo a un promedio de 31% ante el boom del crédito de consumo. “Además, mantuvimos la calidad de la cartera alrededor de 8%, pero se hizo un gran esfuerzo por aumentar el nivel de provisiones que alcanzó un 110%”, explica.

Para Rafael González, presidente de la calificadora BRC Investor Services, a pesar de que las CFC tuvieron un 2009 difícil por estar concentradas en el nicho específico del consumo, lo cual les significó hacer grandes esfuerzos para contener el deterioro de la cartera, al final lograron una buena rentabilidad patrimonial y mantener altos niveles de solvencia y capital.

Con estos números, y dados los buenos resultados del último trimestre del año anterior, la mayoría de jugadores espera un repunte de la demanda de crédito para el segundo semestre ante el aumento en el nivel de confianza y, sobre todo, el bajo nivel de las tasas de interés.

Por ejemplo, Jorge Mejía, presidente de Finandina, compañía que espera transformarse en un banco de nicho, considera que “tendrá un año récord en colocaciones ante el crecimiento esperado del mercado de vehículos de 10% (entre 210.000 y 220.000 unidades) y el aumento de la disposición a tomar crédito para financiarlo que están viendo”.

Por su parte, las compañías de leasing esperan participar en proyectos de mayor envergadura y aumentar el leasing público a la vez que intentan promover y posicionar aún más otro tipo de modalidades.

Este año será un periodo de grandes ajustes para el sector, en el que se tomarán las decisiones que permitirán competir en el futuro.

Tomado de: https://www.dinero.com/edicion-impresa/finanzas/leasing-cada-vez-bancarizado_69351.aspx