1. Valores consistentes. En algunas organizaciones, los empleados observan que los valores centrales empiezan a ser abandonados cuando la economía decae, sin embargo, al optar por trabajar con fuerza sus valores fundamentales tanto como la economía, los empleados comenzaran a apreciar más los valores cuando vean lo que sucede en otras empresas.


2. Enfoque a largo plazo. Una empresa vio claramente la recesión como un problema temporal y mantuvo su enfoque en los objetivos a largo plazo. La recesión no tuvo un impacto significativo sobre los objetivo a largo plazo, sino que creo nuevas oportunidades. A los empleados no les importa pasar por momentos difíciles cuando creen que hay un futuro brillante por  delante.


3. Liderazgo local. La principal fuente de satisfacción o insatisfacción viene de lo que sucederá en cada grupo de trabajo.


4. Comunicación continúa. Las personas tienen a comunicarse menos durante los malos tiempos, cuando en realidad lo que necesitan comunicarse aún más. Una empresa debe incrementar  sus esfuerzos para comunicarse y compartir información importante.


5. Colaboración. Esto dará mejoras significativas en su capacidad para compartir recursos y trabajar juntos, lo que reduce cosos y aumenta la eficiencia.


6. Oportunidades para el desarrollo. A un ritmo de trabajo lento, la gente tiene la oportunidad de aprender nuevas habilidades y desarrollar nuevas capacidades.


7. Velocidad ya agilidad. Con menos presupuesto existe la necesidad de actuar con rapidez y aprovechar las oportunidades en el mercado, hincapié en la velocidad de decisión.

 

Tomado de: portafolio.co