Luego de la fijación del salario mínimo, que tuvo un incremento del 4,5 por ciento, y de la inflación acumulada en el 2013, que fue del 1,9 por ciento, quedan pendientes los ajustes para trabajadores con ingresos distintos del mínimo.
En las cuentas del Gobierno y de varios analistas, quienes devengan el mínimo mantendrán durante el año un poder adquisitivo de 1,5 puntos.
¿La razón? La inflación esperada para este año es del 3 por ciento, según la metas fijadas por el Banco de la República para el 2014.
De hecho, el gerente de la entidad lo dijo en las siguientes palabras a comienzos de diciembre: “Nuestra meta es 3 por ciento y esperamos que a medida que pase el tiempo la inflación se acerque a esa meta”.
Varios analistas no dudan que eso pasará, pues las razones que tuvieron los alimentos bajos fueron temporales.
Para quienes devengan más del mínimo –los empleados calificados, por ejemplo–, una encuesta de Mercer, una empresa especializada en recursos humanos, encontró que, de acuerdo con la información suministrada por 263 clientes suyos en el último trimestre del 2013, la intención de realizar incrementos salariales para el 2014 es de 4,6 por ciento.
Por sectores, el más generoso es el de petróleo y gas, con incrementos promedio de 5,6 por ciento, lo que da un considerable aumento del poder adquisitivo a los trabajadores de este tipo de empresas.
En segundo lugar está el sector consumo masivo (como fabricantes de productos de alta demanda), donde los incrementos salariales serán de 4,8 por ciento.
El sector farmacéutico, en tercer lugar, irá al ritmo de la subida del salario mínimo, con el 4,5 por ciento.
Al final de la lista están las empresas que les subirán el sueldo a sus trabajadores de acuerdo con el índice de inflación causada en el año 2013, que fue del 1,9 por ciento.
Vale la pena recordar que las empresas donde laboran quienes devengan más del salario mínimo tienen la discrecionalidad de decidir el aumento.
Sin olvidar que hay jurisprudencia en el sentido de que no se puede perder el poder adquisitivo.
“Si bien es cierto las empresas segmentan sus incrementos por áreas funcionales (y segmentos poblacionales), no tenemos evidencia de incrementos diferenciados por área que nos hagan pensar que alguna de ellas perderá competitividad. Luego, desde nuestra experiencia, es usual que las empresas busquen diferenciar positivamente a aquellos cargos que son críticos para su negocio, junto con las personas que muestran el mayor desempeño y el mayor potencial”, explicó Gabriel Regalado, socio de Mercer.
Por último, “la percepción de bajos incrementos sí puede generar que los empleados consideren otras alternativas. Sin embargo, la desmotivación con un puesto de trabajo es multifactorial, razón por la cual, el tipo de trabajo que se desempeña, las oportunidades de desarrollo, la relación con el jefe y los compañeros, así como la ‘marca’ de la empresa, se conjugan para afectar positiva o negativamente la motivación de las personas en su puesto de trabajo”, explicó Regalado.
NO IMPORTA EL CONTRATO DE TRABAJO
Los contratos a término fijo, indefinidos y de prestación de servicios y los salarios integrales se incrementarán de una u otra forma. Todos los que sean por un salario mínimo recibirán, en forma inmediata, un incremento del 4,5 por ciento, de acuerdo con lo dispuesto por el Gobierno.
El resto del mercado considerará sus incrementos durante el primer semestre, de acuerdo con las políticas salariales que maneje cada compañía.
“El mínimo será uno de los criterios para evaluar los incrementos de los otros segmentos, así como la inflación, el PIB, el desempeño individual de cada organización y sus políticas salariales”, dijo la encuesta de Mercer.
Juan Carlos Domínguez
Redacción de Economía y Negocios
Tomado de: portafolio.co