Redes sociales: la nueva bolsa de empleo

El año pasado el país le entregó al mercado laboral 138.400 nuevos profesionales, 18.000 más que en 2010, según el Ministerio de Educación. La mayoría son economistas, administradores, ingenieros y arquitectos que salieron de las aulas a ganarse en promedio $1’604.000.

Según el más reciente informe del Observatorio Laboral del Mineducación, presentado ayer por la ministra María Fernanda Campo, el 60% de estos egresados se vinculó a la vida laboral antes de recibir su diploma profesional. Los jóvenes llegaron a las compañías a través de las prácticas académicas obligatorias o la búsqueda de trabajo en redes sociales.

A ese alto porcentaje de estudiantes-trabajadores se suma un 17,5% que, según el Observatorio, encontró empleo tan sólo tres meses después de haberse graduado.

“Lo interesante es que encontramos que el 95% de estos recién graduados trabaja en áreas afines a las carreras que estudiaron”, dijo la ministra Campo.

En los últimos años, la incidencia de plataformas como Twitter y Facebook para encontrar trabajo ha superado todas las expectativas: en lo corrido de 2013, el 58% de los recién graduados que se vincularon a empleos lo hizo a través de convocatorias que llegaron por medio de familiares, amigos y conocidos que hacen parte de sus redes sociales virtuales. La ministra hizo un llamado para que los profesionales también aprovechen el Servicio Público de Empleo, teniendo en cuenta que sólo el 2% de los egresados de las universidades lo consultan.

Dentro del panorama del Observatorio sigue llamando la atención la brecha en los salarios dependiendo del género. Aunque asistan a los mismos salones de clase y se gradúen de las mismas universidades, las mujeres en Colombia, técnicas, tecnólogas o profesionales, continúan ganando menos que sus colegas hombres. Según el panorama presentado este miércoles por el Observatorio Laboral del Ministerio de Educación, ellas reciben 13% menos de salario sólo por el hecho de ser mujeres.

Entre las carreras mejor remuneradas siguen apareciendo las que se relacionan con la industria minero-energética (ingeniería de petróleos, geología e ingeniería electromecánica). Sus egresados reciben, en promedio, salarios iniciales entre los $2’800.000 y los $4’300.000.

La ministra de Educación se mostró preocupada por el poco interés que existe frente a los pregrados y especializaciones ligadas con el desarrollo rural del país. “El país está enfocando muchas de sus políticas hacia el desarrollo del agro, pero sólo el 2,5% del total de graduados del año pasado pertenece a profesiones afines a la agronomía. Hay que hacer un llamado para que los alcaldes y los empresarios entiendan que el país necesita este tipo de profesionales”, dijo.

Para el experto en educación y profesor de la Universidad Nacional Andrés Felipe Mora, a los hallazgos del observatorio se debe sumar una variable importante: la baja cobertura que tiene el país en educación superior (sólo el 35% de los bachilleres va a las universidades) y el alto nivel de deserción de las instituciones de educación superior (que en los últimos cinco años se ha estimado entre el 45% y el 50%).

“Si uno de cada dos estudiantes que entra a la universidad se retira y la cobertura sigue siendo tan baja, las brechas entre quienes tienen la oportunidad de estudiar para conseguir buenos empleos y los que no seguirán creciendo, haciendo de este un país cada vez más inequitativo”, concluye el investigador.

Tomado de: elespectador.com