(Portafolio) Un experto analizó los programas de los cinco aspirantes a la presidencia más opcionados y dio su veredicto.

 infraestructura es uno de los principales motores del desarrollo económico del país. Los números y logros del gobierno Santos dejan a los candidatos a la presidencia frente a dos retos importantes: por un lado dar continuidad al ritmo de la inversión publica y la atracción de la inversión privada en el sector, y por otro lado, la necesidad de decisiones institucionales importantes para combatir el ruido de la corrupción de los años recientes.

Sergio Fajardo propone un plan más que discreto para cuatro años de gobierno, que empieza por apoyar los cierres financieros de las concesiones 4G. Propone el desarrollo de la multimodalidad con la implementación de la primera fase del Plan Maestro de Transporte, garantizar la sostenibilidad del proyecto de navegación sobre el río Magdalena así como potenciar los corredores férreos. Invertirá en la recuperación y adecuación del 30% de las vías de la red terciaria y propone intervenir cerca de 114.000 kilómetros que hoy están en condiciones precarias en su plan de inversión rural. Es el único que habla de la cultura y la educación para reducir la accidentalidad vial. Quiere invertir en 1.000 kilómetros de vías para corredores de bicicletas en las principales ciudades y sacar del embrollo de la sostenibilidad a los sistemas de transporte masivo.Institucionalmente propone la puesta en marcha de la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte (Upit) para combatir la corrupción y la definición de pliegos tipo para las licitaciones y la institucionalización de los mecanismos de contratación electrónico.



Hay que decir que las 4G son 43 billones de pesos que ya están firmados por el gobierno Santos, de los cuales, hasta ahora hay cierre financiero de poco menos de la mitad de los proyectos y estos dependen en gran medida del comportamiento de la economía colombiana. Su plan no promete obras faraónicas sino construir sobre lo construido y a pesar de no definir los costos de estas intervenciones es más que probable cumplirle al país con estos proyectos en los 4 años.

Humberto de la Calle al igual que Fajardo propone la puesta en marcha de la Upit como instancia de planeación del sector. Apoyará los cierres financieros de las 4G. Su propuesta de “obras por impuestos” es una novedosa estrategia que ha tenido éxito en el Perú y que busca que las empresas inviertan sus deducciones de impuestos en la infraestructura. Propone reglas claras para la contratación con “licitaciones tipo” para solucionar problemas de contratación de los departamentos y municipios en donde cerca del 50% de las adjudicaciones de los contratos se dan con únicos proponentes. Propone el desarrollo del sistema ferroviario y las obras fluviales. Sin embargo, las contraprestaciones del modo férreo y aéreo sostienen los gastos de funcionamiento de la ANI, sin verse revertido proporcionalmente en estos modos: por ejemplo los gastos de la gestión y supervisión aeroportuaria de la Aerocivil.

Por otro lado, la canasta de transporte del modo fluvial tiene un 50% de gastos en combustibles, pero la sobretasa a la gasolina de estos va a inversiones del modo carretero. Éste sería un punto importante a tener en cuenta para la redistribución de ingresos y gastos del sector. Las apuestas de De la Calle buscan poner en marcha planteamientos que están definidos en el gobierno Santos o ya establecidos en la ley con contadas innovaciones, sin embargo no tiene una definición clara de las inversiones requeridas para repotenciar el sector. El doctor De la Calle como todos los que apoyan la paz y el país del postconflicto, tienen una tarea pendiente con la infraestructura y eso implica ofrecer recursos a 342 municipios con sus Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial PDET que se requieren para potenciar la productividad y sacarlos definitivamente del escenario de la guerra.



Iván Duque tiene una propuesta difícil de identificar entre sus planteamientos generales, los cuales entrelaza para los diferentes sectores y brilla por ser la propuesta menos concreta de todos los candidatos. Propone infraestructuras para las comunicaciones y mayor cobertura para las TICS (cobertura que este gobierno ya logró de manera importante) así como la expansión anticipada de redes de servicios públicos como base de un crecimiento ordenado. Propone un plan integral para mejorar las vías terciarias apoyado en las comunidades para su construcción. Garantizará la terminación y sostenibilidad financiera de los grandes corredores viales (suponemos que se refiere a las 4G). Promoverá la navegabilidad del río Magdalena y la puesta en marcha de corredores férreos especializados para carga y pasajeros. Incentivará la participación de firmas pequeñas y medianas en los procesos licitatorios. Sus propuestas carecen de precisión, no hay planteamientos concretos de proyectos y genera incertidumbre en cuanto a los alcances que tendrá su intervención en un sector clave en la generación de empleo, en crisis por la corrupción y urgido de un arreglo institucional que este gobierno no alcanzó a enderezar.



German Vargas Lleras tal vez por su experiencia presenta la propuesta mas concreta en datos de inversiones y proyectos específicos. Identifica 4 pilares: corredores estratégicos, corredores regionales, accesos a las principales ciudades y mejorar la eficiencia institucional para la ejecución transparente de los recursos. Propone 10 proyectos emblemáticos entre los que se encuentran El Dorado II, la continuación de la vía Bogotá Villavicencio o Medellín-Quibdó y la navegabilidad del río Meta sumando 17,4 billones de pesos: 14 billones con recursos públicos y 3,4 billones de privados, además de la terminación de los 31 corredores 4G. A nivel regional, propone el desarrollo de 86 corredores terciarios por 37,1 billones de pesos para enlazar 160 municipios y un billón de pesos para mantenimiento de esta red vial. Destinará 30 billones para los accesos a 8 ciudades principales: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Manizales y Popayán. Adicionalmente, propone la recuperación de 5 aeropuertos regionales. Su cuarto pilar será la ejecución transparente de recursos de este ambicioso plan de 104 billones de pesos para los próximos 4 años. La expectativa estará centrada en el cómo, dado que sumando los dos períodos del actual gobierno se llegó a la no despreciable cifra de 78 billones de pesos distribuidos en mas más de 30 proyectos 4G, acercando los números de inversiones en el sector al 2,8% del PIB en 2013. Su propuesta es una locomotora superdotada para la infraestructura, pero no es realista considerando el tiempo de un período presidencial sin reelección y la necesidad de una enorme cantidad de dinero público y privado para lograr esos niveles de contratación. 



Gustavo Petro con su ‘Colombia Humana’ define la estrategia de infraestructura a partir de los conceptos de cambio climático y la migración del sector transporte a energías limpias. Establece los corredores de trenes regionales y la navegabilidad de los ríos como sus principales objetivos para transportar la carga y los pasajeros. Sin embargo, no menciona el monto de los recursos que se destinarán para los proyectos. Las inversiones en infraestructura carretera se focalizarán en los corredores de vías terciarias y en la vías rurales. No hay mención alguna de qué pasará con las concesiones de 4G o la expansión de la red vial principal. En las ciudades plantea sistemas de transporte público y movilidad sustentable al alcance de todos pero no propone salidas a la crisis de los operadores privados de transporte público que enfrentan los principales sistemas masivos del país. Desconocer la situación de los proyectos que hoy están andando, y el no tener un planteamiento claro del sector y su institucionalidad, hace que la incertidumbre que vivió la infraestructura de Bogotá por 4 años sea ahora un riesgo nacional.

En conclusión, Fajardo y de la Calle buscan construir sobre lo construido con alcances discretos pero posibles, Vargas Lleras tiene un plan en extremo ambicioso que duplicaría la inversión de la infraestructura, Petro le apuesta a las alternativas limpias pero sin especificar cómo va a hacerlo, y por último Duque realmente necesita aterrizar sus propuestas para mandar una señal clara al sector.

En cuanto a Bogotá que con su metro cuenta con el proyecto más importante a ser cofinanciado por la nación en el corto plazo, excepto por Petro quien asegura que en su administración ese proyecto no verá la luz sino un túnel, los demás candidatos lo apoyarán decididamente. Eso si, la troncal de Transmilenio sobre la Carrera Séptima se mira con recelo y va a ser necesario analizarla con más despacio, independientemente de quien gane. Va un mensaje claro para el Alcalde Peñalosa.

Carlos Alberto Moncada A.
PhD, MSc. IC.
Profesor Asistente
Coordinador Programa de Investigación en Tránsito y Transporte PIT
Facultad de Ingeniería, universidad Nacional de Colombia

Obtenido de: Portafolio