Una de las medidas adoptadas por el Gobierno dentro del Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe) será el desmonte, desde este 1º de mayo, de los parafiscales, tributos que venían financiando a instituciones como el ICBF y el Sena. De ahora en adelante, personas jurídicas y sociedades declarantes de renta tendrán que pagar el gravamen CREE, con el que se darán recursos a estas entidades, salud y educación pública.

Según se estipuló en la reforma tributaria sancionada en enero de este año, la tarifa del impuesto CREE será del 8%. Sin embargo, durante 2013, 2014 y 2015 el gravamen será del 9%, ya que este punto adicional financiará a las universidades públicas, la salud y la inversión social en el campo.

Además, con la reducción de impuestos a la nómina de las empresas, el Gobierno busca generar entre 400 mil y un millón de puestos de trabajo en los próximos años. Sin embargo, expertos laboralistas como Stefano Farné —catedrático de la Universidad Externado—, cuestionan esta medida y aseguran que no generará más de 100 mil empleos.

Horacio Ayala Vela, consultor tributario, dijo que con esta norma las cosas pueden complicarse en materia administrativa para personas jurídicas y empresas, debido a que desde ahora las sociedades deberán dividir sus nóminas en dos, debido a que no deberán pagar parafiscalidad sobre quienes ganen menos de 10 salarios mínimos ($5’900.000) y sí tendrán que hacerlo sobre aquellos empleados que devenguen un sueldo superior al mencionado.

“Hay que atender a las entidades —Sena, ICBF y universidades públicas— con los recursos del CREE. Los trámites administrativos son más para el Estado que para los contribuyentes”, aseguró el tributarista, quien prevé que probablemente el Pipe del Gobierno disminuirá la informalidad, sin generar grandes cantidades de empleo.

“No hay un impuesto del 33%, sino del 34% para las empresas. Además, a pesar de que toca pagar el CREE en 2013, las compañías tendrán que pagar la parafiscalidad. Con esto hay un incremento en la tasa de tributación para las sociedades”, señaló Pedro Sarmiento, socio director de la División de Impuestos y Asuntos Legales de la firma Deloitte Colombia.

“Si la intención era acabar la parafiscalidad, de 10 salarios mínimos en adelante se debe continuar con este gravamen. Sin embargo, empresas que paguen salarios más bajos sí se verán beneficiadas”, dijo Sarmiento.

Mauricio Cárdenas Santamaría, ministro de Hacienda y Crédito Público, aseguró recientemente que con el desmonte de los parafiscales los empleadores del país tendrán un alivio del 5% en los costos laborales para mejorar los niveles de competitividad.

También, el Gobierno anunció que dentro del Pipe se está alistando un sistema de tarifas de retención en la fuente de carácter preferencial para la industria y la agricultura, con lo cual se aliviaría el flujo de caja de estos sectores de la economía.

Tomado de:elespectador.com