Liliana Rodríguez Bernal, directora jurídica e integrante de la vicepresidencia jurídica de la aerolínea Aviatur, sostiene que las preferencia por un despacho depende del tema que se necesite cubrir; su prestigio, experiencia y el conocimiento que tenga en el campo. “Que sepa evaluar los riesgos y el planteamiento que le de al manejo del problema que se presente”.
Para Maritza Alzate Buitrago, secretaria general del Grupo EPM, junto con la experticia y el reconocimiento para tratar un área del derecho, es vital la disponibilidad inmediata, la idoneidad y la ética empresarial. “Mientras más flexible sea la empresa en términos de horarios, recursos físicos ofrecidos y talento humano, mejor. Lo que nos interesa es que nuestro proveedor se ajuste a nuestras exigencias”.
Los anteriores, sin embargo, no pesan tanto como el costo de los honorarios. Los empresarios, por lo general, acuden a varias oficinas para cotizar los valores y escoger el que mejor se ajuste a su capacidad. Rodríguez dice que, en el caso de Aviatur, es usual que se tomen como base los montos que fijan los colegios de abogados, para renegociar con los despachos.
“Cuando el producto es altamente competido, como es usual en los servicios jurídicos, el precio es un factor definitivo para nosotros”, afirma Alzate.
Perfiles variados y asocios
Las preferencias por los perfiles de los profesionales también están marcadas por la clase de negocio para el cual se requiere la asesoría. Felipe Ayerbe, socio de Ayerbe Abogados, manifiesta que en el plano local hay predilección por la labor de abogados jóvenes, para que no se eleven los gastos por honorarios.
En cuanto a los inversionistas extranjeros, “en términos generales” tienen preferencia por los juristas con total manejo de su idioma y de los sistemas jurídicos colombiano y de su país de origen, indica Ricardo Vélez, socio director de Vélez Benedetti Abogados.
Otra de las condiciones del empresariado, en gran mayoría, es que la labor de las firmas sea realizada con apoyo del departamento jurídico de la propia compañía. “Solo así tenemos la posibilidad de controvertir, discutir, proponer y, en general, construir conjuntamente los productos jurídicos queridos”, explica Maritza Alzate.
Los casos donde el asesoramiento jurídico de las firmas mejor funciona es, de hecho, en los que existe una “buena sintonía” con el área legal del cliente. “Una complementa a la otra”, anota Javier Ybañez, socio responsable de la práctica de la española Garrigues en Latinoamérica.
Ybañez cree que un valor agregado que por lo general los empresarios no mencionan, es que el despacho logre “anticiparse a sus necesidades” y crear una confianza a largo plazo. “La firma debe estar orientada a satisfacer sus legítimos intereses, lo que implica una exigencia de rigor técnico y: una dedicación constante; conocer y entender de forma completa y plena sus objetivos, y un compromiso sin afectar la debida independencia.
Las opiniones
Maritza Alzate Buitrago
Secretaria General del Grupo EPM
“En todos los casos en los que contratamos servicios jurídicos externos trabajamos de la mano con nuestros consultores. La razón es que este es el único esquema que nos garantiza que lograremos satisfacer nuestras necesidades”.
Ricardo Vélez Benedetti
Socio director de Vélez Benedetti abogados
“Lo primero que miran son los antecedentes de la firma, el tiempo que tiene en el mercado. Muchos nos preguntan por los clientes, que hemos atendido. La pertinencia de la firma con respecto al servicio o área del derecho que requieran”.
Tomado de: larepublica.co