Sería muy interesante, que en los informes que se publican anualmente sobre las 1.000 empresas más grandes del país, además de las clasificaciones tradicionales, empezara a incluirse el indicador de transparencia, porque con ello puede contribuirse a modificar la imagen negativa de corrupción, que existe en el país y que tanto daño nos hace.

Es claro que en la medida en que el índice de transparencia se incremente, tenderán a disminuir significativamente los riesgos de corrupción y aumentará la confianza; por esta razón, las sociedades ejercen cada vez mayor presión para que las empresas incorporen en su ejercicio, valores y principios corporativos, dentro de los cuales la honestidad, imparcialidad y el respeto a las personas, normas y leyes, pueda ser claramente comprobado por todos.

Dentro de estos procesos, deben evaluarse los componentes de la transparencia y la confianza como son:

Apertura

Mide la cantidad, calidad, oportunidad y facilidad de acceso de la información que la empresa brinda y pone a disposición de cada uno de los grupos de interés, como son los accionistas, que esperan recibir información significativa sobre riesgos, rentabilidad, sostenibilidad, compromiso social y ecológico; los clientes, que buscan información confiable sobre productos, servicios, calidad, y mantenimiento; los proveedores, que requieren conocer convocatorias, criterios de selección, condiciones de pago y recibo de la mercancía; y la sociedad , que debe conocer los programas de responsabilidad social y compromiso ecológico.

Comunicación con los clientes

Evalúa la calidad y eficiencia con que operan los mecanismos establecidos para la atención al cliente, el recibo de quejas, reclamos, sugerencias y felicitaciones. Se verifica la existencia de unidades dedicadas a esta labor, sus procedimientos, la idoneidad de quienes tienen esa responsabilidad.

Claridad y aplicación de normas

Verifica que existan normas, principios y valores claramente compartidos por toda la organización y programas de divulgación y sensibilización, que faciliten la adopción de los principios éticos fundamentales. Comprueba que tanto los contratistas como los proveedores compartan estos mismos principios y que las normas del gobierno corporativo estén debidamente formalizadas; también determinan que existan políticas claras referentes a la junta directiva, junta de socios y Asamblea general, garantizando los derechos de los accionistas.

Control y seguimiento

Confirma que la empresa tenga establecidos mecanismos adecuados de control y verificación del cumplimiento de las normas en todas sus áreas. Verifica que exista un adecuado seguimiento al logro de los objetivos y metas fijados por los distintos estamentos de la compañía.

Sacrificio de la competitividad

El sendero por recorrer en la adopción y aplicación de políticas de buenas prácticas, avanza con lentitud y ese rezago necesariamente nos resta competitividad, a la hora de aprovechar el camino que nos han abierto los tratados de libre comercio. El Estado, por su parte, trabaja en el diseño de una política pública para enfrentar el fenómeno de la corrupción y en esa lucha, que debe ser de todos, la contribución que pueden hacer los empresarios, mediante la calificación de transparencia, será determinante en el éxito que se alcance.

Tomado de: larepublica.co