Más allá de la cifra global, de 200 billones de pesos, que se propone gastar el Gobierno el próximo año, en el funcionamiento del Estado, el proyecto de Presupuesto General que entra hoy a debate en el Congreso, trae una radiografía de las necesidades, viejas y nuevas, que demanda una nación como Colombia, inscrita en la lista de países emergentes y con ganas de ser parte del club de los países ricos de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

El Ministerio de Hacienda es el encargado de organizar las peticiones que hace cada sector y llevar la propuesta final al Congreso.
 

En ella, se plantea partir la torta en tres grandes pedazos, de los cuales, como de costumbre, el más grande es para cubrir los gastos de funcionamiento, que el próximo año demandarán 114,8 billones de pesos.
 

Para el pago de la deuda del país se destinarán 44,4 billones de pesos, cifra superior a la que dispondrá el Estado para inversión: 40,6 billones.
 

Cabe destacar que el presupuesto de inversión cae de 6,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) que se están destinando este año para impulsar el desarrollo y la competitividad, a 5,3 por ciento del PIB.
 

Dentro de las necesidades que sustentan el abultado presupuesto de funcionamiento, el cual se incrementa, de 14,1 por ciento del PIB en el presente año, a 14,9 por ciento del PIB en el próximo, están el aumento al sistema general de participaciones, es decir, la plata que la Nación le transfiere a las regiones, la cual gastará el próximo año 28,9 billones de pesos, frente a los 28,2 que tiene en el año que corre.
 

Otro de los requerimientos presupuestales que cambia sustancialmente es producto de la creación del nuevo impuesto a la equidad, conocido como Cree, el cual se estableció para reemplazar los recursos parafiscales (conocidos como impuestos a la nómina) que se recaudaban para financiar al Sena y al ICBF y eran aportados por las empresas.
 

Como dicho impuesto no alcanza, demanda -en el 2013- del presupuesto general 2,4 billones de pesos y para el próximo necesitará de 6,2 billones de pesos. Esto se debe a que el año entrante, las empresas dejarán de cubrir el porcentaje de los aportes a la salud de los empleados a los que estaban obligadas, lo tendrá que hacer el Estado.
 

No obstante, la mayor necesidad para el año 2014 está por el lado de las pensiones.
 

En el proyecto de presupuesto se señala que el país pasará de gastar 25,7 billones este año a 31,8 billones el próximo.
 

El ministro de Hacienda señala que la cifra total será de más de 40 billones de pesos, sumando los recursos propios que tendrá que poner Colpensiones para cubrir esta obligación.
 

Finalmente, el año entrante se requerirá también un monto estacional, el de las elecciones, para lo cual se proponen destinar 871 mil millones de pesos.
 

No falta el que necesita una sede nueva para funcionar, como Colciencias, que está pensando en trastearse a Ciudad Salitre, a un inmueble de 13.000 millones de pesos.
 

LA PLATA PARA LAS ELECCIONES
 

El Estado se propone recuperar 4.500 escenarios deportivos y construir nuevos en Tolima y Chocó, como preparación para los juegos nacionales del 2015.
 

Se proyectan gastos por 35,5 millones de pesos al año por cada docente en planteles educativos y 1,7 millones por cada estudiante. En cuanto al control fiscal, las ‘ías’ demandarán 3,8 billones, la mayor parte será para la Fiscalía: 2,5 billones de pesos, Contraloría ($ 525.000 millones), Defensoría ($358.000 millones), Procuraduría ($494.000 millones) y Auditoría ($29.000 millones).

Tomado de: portafolio.co