El mercado laboral en América Latina tiene un desajuste entre los puestos ofertados y el talento disponible. Hay una carencia de técnicos, y de nivel medio hacia arriba existe un déficit importante para cubrir puestos, aseguró el director de capital humano de Mercerm para Latinoamérica, Javier Tabakman.

La falta de profesionistas acordes con los puestos ha obligado a las empresas a generar cambios para retener el talento.

Temas como planes de carrera, captar y conservar talento, debieran estar en la agenda de “temas relevantes”, señaló el directivo de Mercer y especialista en reclutamiento.

Al construir y transformar la cultura de una empresa para ser una organización de alto desempeño las firmas deben pensar en la generación millennial, es decir, los nacidos entre 1980 y el 2000, advirtió Tabakman.

“No sirve pensar como boomer para dar algo a los jóvenes. El iPhone no es un premio, es una necesidad. Hoy el plan de las empresas se llama “aprender a segmentar según las características de tu mercado interno y de tus necesidades futuras”.

El panorama del mercado laboral para los próximos seguirá inmerso en diversidad y tecnología, junto con la llegada de las nuevas generaciones. Estos factores replantean la figura del jefe. Llamar a alguien “líder” se vincula, desde hoy, a una persona que puede inspirar a sus colaboradores, no quien “tira línea” sobre cómo actuar, explicó el representante de la consultora.
 

En plena “guerra” por quedarse con el profesional que mejor responda a una posición, el desafío de las empresas es construir, a nivel interno, la capacidad de talento. Esto implica definir qué posiciones son estratégicas y cuáles críticas.

A partir de eso, generar un plan para formar el talento necesario. Lo peor es resistirse a la dinámica de mercado, eso conllevaría a una dinámica que están viviendo muchas empresas: “Se va la gente en posiciones críticas y el negocio se cae”, detalla el experto.

En el foro ‘Latin America, the Awakening of an Emerging Power’ organizado por la consultora, los millennials fueron un eje importante porque esta generación marca un cambio para las empresas. Ellos recuerdan que, como organización, no puedes cumplir los objetivos de negocio sin “adaptar”.

El nombre del juego, de acuerdo con Javier Tabakman, es “rediseñar el panorama del talento”. Una empresa que pretende ser un imán de profesionistas debe reunir tres aspectos: manejar las brechas generacionales, “apalancarse” con la tecnología y planificar su fuerza laboral.

Tomado de: cnnexpansion.com