El pasado 27 de julio venció el plazo para que las empresas que tuvieran bases de datos de personas naturales y jurídicas solicitaran a sus titulares la autorización por escrito para que éstas puedan realizar diferentes tipos de tratamiento de datos personales, como lo indica la Ley 1581 de 2012 y el decreto parcialmente reglamentario 1377 del 27 de junio de 2013.
De esta manera, usted tiene el derecho constitucional de conocer, actualizar, rectificar o autorizar que se borren sus datos en cualquier momento y ante cualquier institución o empresa que posea una base de datos o archivo que contenga su nombre.
El tratamiento de datos de los menores de edad así como la venta de base de datos es prohibido, excepto los datos de naturaleza pública.
No se preocupe si no recuerda en cuantos lugares tomaron sus datos, ni qué tipo de empresas lo hicieron, cuando usted reciba una llamada telefónica, un e-mail o un correo físico que le cause molestia, simplemente tendrá que enviar un comunicado escrito a esa empresa solicitando que su nombre sea borrado de esa base de datos en un plazo máximo de 30 días.
Aunque puede resultar tedioso y costoso hacerlo de esta forma, es la única herramienta que estableció la ley para que usted sea eliminado de la base de datos.
De no ser borrado de la lista de la empresa a la cual usted hizo la solicitud, ésta podría recibir una sanción hasta de 2.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLV) por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio, entidad que vigila para este efecto a las empresas.
Recuerde que existen ciertos datos personales que son de dominio público y que la sociedad tiene derecho a saber como lo son: nombre, cédula de ciudadanía, dirección, estado civil, profesión u oficio.
También hay datos que son exclusivamente personales, reservados y no tienen derecho a preguntarle como: convicción religiosa, orientación política, organizaciones sociales, sindicatos etc.
Lo importante es que de ahora en adelante sea más cauteloso cuando le soliciten sus datos personales por teléfono o en los centros comerciales para, por ejemplo, participar en la rifa de un automóvil último modelo sin haber comprado una boleta. ¡Tenga cuidado, puede estar vendiendo su tranquilidad!
tomado de:finanzaspersonales.com.co