La iniciativa del gobierno colombiano de lograr acuerdos comerciales con diferentes naciones para el mercado nacional tiene dos nuevos protagonistas: Panamá e Israel, con quienes se cerraron negociaciones y se firmaron respectivos tratados de libre comercio.

Con Panamá, el proceso de negociación del acuerdo comercial se suspendió durante más de un año, ya que no hubo consenso en temas como las normas de origen, la cooperación aduanera, el comercio en la zona libre de Colón, el acceso a algunos mercados agroindustriales y el intercambio de datos.

La negociación prosiguió ante el interés del país vecino de unirse a la Alianza del Pacífico a la cual ya pertenecen Colombia, Chile, Perú y México, y de la que pronto hará parte Costa Rica.

Con Israel, por su parte, también se cerraron las negociaciones para un TLC que, según el gobierno de Colombia, “es sinónimo de ventajas y oportunidades para buena parte de la industria y el agro nacional, así como para atraer más flujos de capital externo”.

La nación del Medio Oriente es exportadora de capital y es muy fuerte en materia de innovación y desarrollo tecnológico, y se cree que tras la entrada en vigor del TLC estará más incentivada a invertir en Colombia y generar empleo calificado.

En tecnología del agro es potencia mundial y lo demuestra el hecho de que en los últimos 10 años la producción agrícola de ese país se ha incrementado casi en un 20 por ciento “sin utilizar un metro más de tierra ni una gota más de agua”, según palabras del anterior embajador de Israel en Colombia.

De la región de Medio Oriente, Israel es el principal aliado comercial de Colombia, pues comprende el 80 por ciento de los intercambios comerciales en esa área del planeta.

El TLC con Israel se presenta después de algunos acuerdos, como el Convenio General de Cooperación Técnica, firmado en 1965; el Convenio de Intercambio Comercial y Económico, acordado en 1986 y ratificado en 1992 y 1995; y el Acuerdo de Cooperación entre el Instituto de Exportaciones de Israel y Proexport, sellado en 1997.
Balanza superavitaria con Panamá

Del 2010 al 2012, las cifras recopiladas por el Centro Virtual de Negocios (CVN) demuestran que la relación comercial entre Panamá y Colombia ha sido superavitaria a favor de Colombia.

En el 2010, la balanza comercial entre los dos países fue de 763 millones de dólares, con 173 millones que se le compraron al país vecino y con ventas colombianas por 936 millones de dólares (precio FOB).

Un año más tarde, la brecha entre exportaciones e importaciones entre Colombia y Panamá se amplió aún más, cuando Panamá envió a Colombia productos por 119 millones de dólares y a su vez Colombia le vendió 1.957 millones de dólares, lo cual significó un incremento en la balanza comercial de un 141 por ciento con respecto al 2010.

Ya en el 2012, la tendencia siguió a la baja para las importaciones desde Panamá y al alza en las exportaciones colombianas, con tan solo 72 millones de dólares comprados al país vecino, en contraste con los 2.452 millones de dólares que se le vendieron, para una balanza comercial de 2.380 millones de dólares.

En resumen, lo anterior significa que las importaciones desde Panamá han ido decreciendo en un 31 por ciento del 2010 al 2011, y un 40 por ciento en el 2012, mientras que las exportaciones colombianas a ese país crecieron 109 por ciento en el 2011 y 25 por ciento en el 2012 comprado con el año anterior.

Los que más se exportan
Colombia le vende a Panamá –principalmente, y con un 84 por ciento del total de ventas– combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación; materias bituminosas y ceras minerales, que alcanzaron un precio FOB de 2.071 millones de dólares en el 2012.

Ninguno de los segmentos definidos que le siguen al anterior no superan el 2 por ciento de la torta y, precisamente, ese 2 por ciento lo conforman los productos farmacéuticos, equivalentes a 41 millones de dólares el año pasado.

Luego, con un 1 por ciento de participación están los siguientes segmentos: muebles; mobiliario médico y quirúrgico; artículos de cama; aparatos de alumbrado; anuncios, letreros y placas indicadoras, y luminosos; y construcciones prefabricadas; seguidos por otro grupo de productos, como son: reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos y partes de dichas máquinas.

También, con un 1 por ciento de participación, Colombia comercializa en Panamá materias plásticas y sus manufacturas; aceites esenciales y resinoides; preparaciones de perfumería, de tocador o cosmética; vehículos automóviles, tractores, ciclos y demás, con sus partes y accesorios; aluminio y sus manufacturas; manufacturas de fundición de hierro o acero y productos para la industria química.

Importaciones desde Panamá
Por su parte, revelan los datos de CVN, Colombia le compró a Panamá productos por 72 millones de dólares (precio FOB) en el 2012 entre los cuales el primer lugar lo ocupó lo relacionado con navegación marítima o fluvial, con un 33 por ciento de participación, equivalente a 24 millones de dólares, seguido por reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos y sus partes, con un 10 por ciento de participación.

El país también le compra a Panamá –cuya economía no industrializada se basa más en los servicios que en las manufacturas– máquinas, aparatos y material eléctrico y sus partes; caucho y manufacturas de caucho; productos farmacéuticos; prendas y complementos de vestir de punto; materias plásticas y sus manufacturas; pescados y crustáceos, moluscos y otros invertebrados acuáticos; prendas y complementos de vestir, excepto los de punto; perlas finas o cultivadas, piedras preciosas, semipreciosas o similares, metales preciosos, chapados de metales preciosos y sus manufacturas; bisutería y monedas.

Israel, el gran socio de Medio Oriente
Tal como sucede con Panamá, la balanza comercial con Israel también ha sido superavitaria a favor de Colombia durante el periodo comprendido entre 2010 y 2012.

Sin embargo, en el 2010 la balanza comercial estaba ligeramente cargada a favor de Colombia y era de tan solo 13 millones de dólares (precio FOB), es decir, la diferencia entre 274 millones que Colombia le vendió al país de Medio Oriente y 261 millones que los israelíes les vendieron a los colombianos.

La tendencia cambió sustancialmente en el 2011, cuando la balanza fue de 530 millones de dólares, y además se amplió la diferencia entre exportaciones e importaciones a 672 y 143 millones de dólares, respectivamente.
Ya en el 2012, la balanza bajó a 371 millones de dólares, correspondientes a 155 millones en importaciones y 526 millones en exportaciones.

El año pasado, Colombia le compró a ese país máquinas, aparatos y material eléctrico y sus partes, que equivalen al 31 por ciento del total de las importaciones; seguidas por reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos y sus partes, con el 16 por ciento; y en el tercer lugar en importancia, instrumentos y aparatos de óptica, fotografía o cinematografía, de medida, control o de precisión, instrumentos y aparatos médicoquirúrgicos con sus partes y accesorios, con un 15 por ciento de participación.

Por su parte, lo relacionado con navegación aérea o espacial; armas y municiones, sus partes y accesorios; y materias plásticas y sus manufacturas cuentan cada una con 5 por ciento del total.

Para completar el 100 por ciento, concluyen las cifras de CVN, Colombia importa de Israel materias plásticas y sus manufacturas; filamentos sintéticos o artificiales; tiras y formas similares de materia textil sintética o artificial; productos químicos orgánicos; productos para la industria química; guata, fieltro y telas sin tejer; hilados especiales; cordeles, cuerdas y cordajes, y artículos de cordelería.

En cuanto a las exportaciones, durante el 2012 Colombia llevó a Israel combustibles minerales, aceites minerales y productos de su destilación; materias bituminosas y ceras minerales por un valor FOB de 496 millones de dólares, lo cual suma un 94,3 por ciento de las exportaciones.

En mucha menor proporción los israelíes le compran a Colombia café, té, yerba mate y especias; armas y municiones, sus partes y accesorios; madera, carbón vegetal y manufacturas de madera; reactores nucleares, calderas, máquinas, aparatos y artefactos mecánicos y sus partes; materias plásticas y sus manufacturas; azúcares y artículos de confitería; papel y cartón; perlas, piedras preciosas y semipreciosas; metales preciosos y sus chapados y manufacturas; bisutería y monedas.

Tomado de: cronicadelquindio.com