La poca capacidad de ahorro de los colombianos y la falta de conciencia frente a la necesidad e importancia de contar con recursos adicionales para cuando llegue la edad de jubilación son dos de las principales razones por las que los fondos de pensiones voluntarios (FPV) en Colombia no crecen como se quisiera.

Los incentivos tributarios diseñados alrededor de este ahorro tampoco han sido suficientes para lograr que un mayor número de colombianos se anime a utilizar esta alternativa que, sin duda, será de gran ayuda al momento de obtener la pensión.

Solo el año pasado el saldo del ahorro en dichos fondos presentó un crecimiento real del 2,3 por ciento, mientras que en el 2013 se registró una tasa negativa de 1,2 por ciento, según datos de la Superintendencia Financiera.


Aunque en las entidades que cuentan con FPV (administradoras de fondos privadas, compañías de seguros y fiduciarias) concuerdan con que esta herramienta fue diseñada pensando en todo el mundo, la idea que tiene el común de la gente es que se trata de un mecanismo dirigido a una élite con alta capacidad de ahorro.

Al cierre de febrero pasado cerca de 730.880 colombianos tenían un ahorro de pensiones voluntario, de los cuales 150.620 personas se sumaron en los últimos cinco años. Los recursos depositados superan los 14,2 billones de pesos.

Manuel García, gerente de la Escuela de Planeación Financiera de Old Mutual, señala que todo parte de la base del nivel de organización que tenga la persona de sus finanzas, pues es desde esa perspectiva se pensó en el mecanismo.

Lo que se busca, dice el experto, es que con esos recursos adicionales de ahorro la persona cubra algunas necesidades que no alcance a suplir con la pensión obligatoria.

“Venimos con una población que está aumentando su expectativa de vida y hay que entender que una persona en edad avanzada, por lo general, empieza a generar gastos adicionales en salud y atención que, probablemente, con la pensión obligatoria no logre fondear”, explicó.

Pero quienes están del otro lado sostienen que, en un país con elevada informalidad laboral, bajos ingresos (cerca del 85 por ciento de los trabajadores devengan menos de dos salarios mínimos, unos 1,28 millones de pesos) y escasa educación financiera es difícil esperar que haya un ahorro pensional adicional al obligatorio.

Sin embargo, García sostiene que las pensiones voluntarias se deben ver más desde la óptica del ahorro del largo plazo del cual se pueden obtener buenos beneficios, no solo tributarios, en la medida que los recursos son invertidos en distintos activos del mercado, dependiendo del nivel de riesgo de la persona.

Decisión a conciencia

 

Algunas administradoras ofrecen seguros de vida asociados a ese ahorro, bajas comisiones y asesoría profesional para el manejo adecuado del dinero, una vez la persona tenga la opción de retirarlo con el beneficio tributario.

Dicho beneficio tributario cobija el 30 por ciento de los ingresos de la persona que vayan con destino al ahorro voluntario de pensiones, pero para obtenerlo, el ahorro no puede ser retirado del fondo antes de 10 años.

García, de Old Mutual, dice que no se pierde el beneficio tributario si los recursos se retiran para compra de vivienda, pago de crédito hipotecario o ‘leasing’ habitacional, o cuando la persona cumpla con los requisitos para acceder a una pensión de vejez o jubilación.

Francisco Gómez, quien optó por un ahorro de estas características dado que sus ingresos laborales se lo permitían, sostiene que antes de decidirse a ahorrar en pensiones voluntarias se debe hacer un análisis juicioso y a conciencia.

“Alcancé a tener unos 19 millones de pesos, pero por desgracia me quedé sin empleo y tuve que hacer tres retiros y eso me representó un descuento total cercano a los 4 millones, por el impuesto y el castigo de la comisión que me cobró el fondo por las operaciones anticipadas”, dijo este comunicador.

En su opinión, un margen de permanencia de 10 años en un fondo de estos es demasiado amplio, porque en cualquier momento le puede sobrevenir una calamidad a la persona que se ve obligada a hacer uso de ese ahorro. “Yo lo pensaré ahora más de una vez antes de volver meterme en eso”, comentó.

García, por su parte, explica que eso no se puede interpretar como una pérdida del ahorro, solo que al retirar los recursos antes del tiempo que fija la norma (Art. 126-1 del estatuto tributario) se debe cobrar el impuesto que se dejó de pagar antes.

Ahora, los recursos se pueden ver disminuidos o incrementados porque están invertidos en distintos activos, los cuales deben ser valorados a precios del mercado todos los días y eso afecta el ahorro al momento de retirarlos del fondo.

Lo importante, puntualiza García, es que estos fondos son más flexibles que los obligatorios, porque una vez llegue el momento de retirarlos, la persona puede acordar con el fondo la forma en que los quiere recibir, es decir, si en mensualidades, todo de una vez o mantenerlos hasta cuando los vaya a utilizar. Además, permiten hacer ahorro de largo plazo, inversiones y obtener eficiencias desde el punto de vista fiscal.

tomado de:https://www.eltiempo.com/economia/finanzas-personales/ahorro-en-pensiones-voluntarias-no-son-lo-que-esperan-los-fondos/15779775