Fuente: https://www.asuntoslegales.com.co/consultorio/los-acuerdos-de-doble-tributacion-como-instrumento-de-competitividad-fiscal-3619684

La tasa corporativa del impuesto de renta y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) son dos de los tributos determinantes en la toma de decisión de un inversionista respecto a si invertir o no en el país. En los últimos 20 años, se han realizado alrededor de 13 reformas tributarias en Colombia, una tras otra, aumentando las tasas estatutarias de ambos impuestos. De esta manera, instrumentos como los Acuerdos de Doble Tributación (ADTs) se vuelven claves en el proceso de competitividad fiscal y reducir la incertidumbre en materia tributaria que ha caracterizado a Colombia por varias décadas.

¿Con qué países Colombia tiene Acuerdos de Doble Tributación?

Actualmente, Colombia tiene 14 acuerdos de doble tributación con 16 países en materia de impuesto de renta. Distribuidos de la siguiente manera: seis en Europa con España, Francia, Reino Unido, Italia, Portugal y Suiza; cuatro en América con Canadá, Chile, México y los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN); y finalmente; tres en Asia con India, Corea del Sur y Japón.
Nuestros acuerdos están suscritos de manera estratégica y los países con los que tenemos ADTs son a su vez, los principales inversionistas que tiene Colombia. Esto, a excepción de Estados Unidos y Panamá, que representan alrededor de 30% de la inversión que llega al país.

¿Cómo funcionan los Acuerdos de Doble Tributación?

Los acuerdos de doble tributación, como su nombre lo indica buscan evitar la doble tributación para los inversionistas. De esta manera, el inversionista que llega a Colombia puede escoger qué tarifa de impuesto de renta pagar, si la de nuestro país o la del país donde se encuentra su residencia fiscal.

¿De qué manera los Acuerdos de Doble Tributación permiten la competitividad fiscal?

Los acuerdos permiten mitigar la incertidumbre tributaria que caracteriza a Colombia y a la mayoría de países de América Latina. Si se considera a los ADTs como herramientas de competitividad, su propuesta de valor radica en la posibilidad de que el inversionista elija a que tarifa de renta quiere tributar.

En ese sentido si se observa a nivel país, la propuesta de valor de Colombia irá consolidándose cada vez más en la medida que se puedan construir más instrumentos que brinden seguridad jurídica y tributaria al inversionista.