La tarea no es fácil. ¿Cómo reducir la tasa de desempleo de Cali a un dígito si se encuentra entre 7 y 5 puntos porcentuales por encima de la tasa de desempleo natural de Colombia?
Las medidas que se han tomado a nivel municipal y nacional, en los últimos dos años, van desde la firma de un Plan Local de Empleo entre la Alcaldía y el Ministerio del Trabajo, un diagnóstico por comuna de la tipología del desempleo a partir de la encuesta representativa para Cali, la formalización, el programa Tios, los juegos mundiales, entre otros, hasta buscar una mayor eficiencia en el proceso de emparejamiento laboral a través del Servicio Municipal de Empleo.
Sin embargo, la tasa de desempleo no baja, según el último reporte del Dane y, por el contrario, ha aumentado en 0,9 puntos porcentuales.
Mientras que entre el 2001 y el 2013 la más baja tasa de desempleo fue ligeramente superior al 10 por ciento (2007), la tendencia de largo plazo ha sido de alrededor de 13 por ciento.
Cabe observar que, para este mismo periodo, la estructura del empleo no ha cambiado sustancialmente, ya que, en promedio, este se reparte en comercio, hoteles y restaurantes (31 por ciento); servicios comunales, sociales y personales (23 por ciento), y en la industria manufacturera (20 por ciento), con una variación trimestral de menos de 0,01 por ciento. Entonces, ¿qué razones explican que la tasa de desempleo haya crecido más con respecto a Bogotá y Medellín?
En primer lugar, el desempleo estructural en Cali ha venido creciendo.
¿Qué explica este crecimiento? Las migraciones a la ciudad, pues durante los últimos cinco años Cali se ha convertido en un polo atractor para el mercado laboral del Pacífico colombiano. En este periodo inmigraron a nuestra ciudad 114.962 personas (20.883 provienen del Cauca; 17.624 de Nariño, y 28.095 de otros municipios del Valle del Cauca; de Yumbo, Jamundí, Buenaventura y Palmira inmigraron un total de 13.447), lo cual presiona, además de la tasa de desempleo, la competencia por los trabajos de bajo nivel educativo, y que la ciudad genera como medida de choque en sectores como la construcción.
Otra de las razones, también estructural, consiste en las asimetrías profundas de tasas de participación y desempleo entre hombres y mujeres.
Por ejemplo, la encuesta representativa para Cali muestra cómo en la comuna 13 la tasa de desempleo para las mujeres fue del 27,4 por ciento, mientras que para los hombres fue del 14,7 por ciento. Esto no sucede en Medellín y Bogotá, que para el 2012 revela una diferencia de tasas de desempleo entre hombres y mujeres de 3,5 por ciento, en tanto que para Cali fue de 7,7 por ciento.
En segundo lugar, en algunos trimestres es claro el efecto de las remesas sobre el desempleo cíclico.
El Valle del Cauca es el principal receptor de las remesas (27 por ciento), seguido de Antioquia (14 por ciento) y Cundinamarca (13 por ciento), y una reducción de 25 por ciento de estas se traduce en un aumento del 1 por ciento sobre la tasa de desempleo de Cali.
Finalmente, el Servicio de Empleo Municipal (Comfandi, Comfenalco y el Sena) mejora la eficiencia en el proceso de emparejamiento laboral reduciendo el desempleo friccional, pero no el estructural. La curva de Beveridge para la ciudad se ha desplazado entre el 2008 y el 2013, lo que refleja los problemas estructurales que persisten entre las habilidades adquiridas por los trabajadores y las requeridas por los empleadores.
Por ejemplo, mientras a junio del 2013 el Servicio Municipal de Empleo operado por Comfandi registraba 2.530 vacantes, solo 71 personas habían sido contratadas, es decir, el 2 por ciento.
Y de las vacantes que no se han podido suplir, algunas, como las de piscinero, cuyo requisito consiste en el manejo de aguas, se podrían ocupar a través de la formación de cursos cortos, mientras que otras requieren de una mayor tecnología, como en el caso de los trazadores de tela, que necesitan el manejo de un software especializado, el Lectra.
Las anteriores razones explican, en gran parte, la alta tasa de desempleo en nuestra ciudad ¿Qué hacer? Indudablemente, es necesaria la formulación e implementación de políticas activas regionales y de un ‘pacto regional o intermunicipal’ por el empleo, ya que el mercado laboral es un mercado regional en el cual son actores fundamentales los municipios de Buenaventura, Yumbo, Jamundí y Palmira. Por otro lado, la implementación de las estrategias establecidas en el Plan Local de Empleo, el cual está orientado a la obtención de empleos de calidad, al emprendimiento y fortalecimiento empresarial, y a mejorar el clima de inversión y promoción de la ciudad.
También se hace necesario un sistema de georreferenciación para el empleo, que integre toda la información a fin de que se conozcan en tiempo real y por ocupaciones los flujos del mercado laboral en las comunas y, en los casos en los cuales sea posible, brindar a partir de los diferentes centros de formación la capacitación que demandan los empresarios.
Finalmente, se puede establecer un proyecto piloto en las comunas con mayor tasa de desempleo, como en las 13 (20,1 por ciento), la 20 (19,6 por ciento) y la 21(19,3 por ciento), en las cuales la capacitación que se ofrece a través de las Juntas Administradoras Locales esté orientada a grupos específicos como las mujeres, y adecuada a las necesidades del mercado laboral.
Tomado de:portafolio.co