Las cuentas de ahorro se están consolidando como el mayor refugio para los recursos de las personas, tanto naturales como jurídicas.

En los últimos cuatro años (diciembre del 2009 y noviembre del 2013) no solo el número de colombianos titulares de una de estas cuentas aumentó, sino que el dinero allí depositado más que se duplicó hasta al alcanzar cerca de 130,8 billones de pesos.

Aunque sin duda esta cifra puede ser un buen indicador de que la capacidad de ahorro de los colombianos está en franca mejoría, la realidad podría ser bien distinta si se tiene en cuenta que el 61,1 por ciento de esos recursos, unos 79,9 billones de pesos, pertenece solo a 2.831 clientes, muchos de los cuales poseen varias cuentas en distintos bancos, lo cual sugiere que esos dineros, incluso, son controlados por menos personas.

Lo que dejan ver las estadísticas de la Superintendencia Financiera es que esa participación se eleva a cerca del 89 por ciento, unos 116,4 billones de pesos, si se considera que son solo unos 291.000 clientes bancarios los que pueden tener más de 27 millones de pesos en promedio en sus cuentas, entre los que figuran grandes empresas nacionales y extranjeras.

Esos clientes, con grandes sumas de dinero en sus cuentas, son los que han ganado mayor participación dentro del saldo total depositado en los últimos cuatro años, más de 13 puntos porcentuales, espacio que, desde luego han perdido los pequeños ahorradores.

Lo cierto es que la mayoría de los recursos depositados en los bancos pertenece a unos pocos.


BAJA CAPACIDAD DE AHORRO DE LA MAYORÍA

Alfredo Barragán, catedrático de banca en la Universidad de los Andes, explica que esto se debe a varios factores: la baja capacidad de ahorro de la inmensa mayoría de los colombianos y el efecto perverso que sobre estos instrumentos ejerce el impuesto del 4X1.000.

“No se puede olvidar que estos son recursos a la vista y las entidades están tratando de ganar terreno aplicando una estrategia de mejor rentabilidad, pero sobre grandes volúmenes, que incluso alcanzan a compensar los efectos del impuesto a las transacciones financieras”, señaló y agregó que el mal momento de las carteras colectivas; la pérdida de confianza por el caso de InterBolsa, dinamiza la llegada de estos recursos.

Tomado de: portafolio.co