El Departamento Nacional de Planeación oficializará hoy ante gremios, centrales de trabajadores y ministros el cálculo oficial de la productividad, clave en la puja sobre el incremento del salario mínimo para el próximo año.

EL TIEMPO conoció que la productividad total en el año es del 0,8 por ciento.

“Consideramos que es un dato aceptable, teniendo en cuenta las dificultades de la industria, el bajo desempeño de las exportaciones y los paros que afectaron algunos sectores”, señala el comité técnico de Planeación.

Algunos gremios sindicales han puesto de presente que mientras las remuneraciones de los trabajadores solo representan el 31,6 por ciento de la producción total (Producto Interno Bruto), a los empleadores les corresponde el 56,7 por ciento.

El otro componente de la ecuación, para llegar al salario mínimo, que hoy está en 589.500 pesos, es el de la inflación.

Este es un promedio entre la inflación del año, que analistas estiman que terminará alrededor del 2 por ciento, y la meta del Banco de la República para el año entrante, de 3 por ciento.

De tal manera, el promedio para llevar a la mesa de negociación del salario mínimo estaría alrededor de 3,3 por ciento.

NEGOCIAR EN CAMPAÑA

De otra parte, el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, dijo que la campaña electoral no va a influir en la posición del Gobierno sobre el salario mínimo, pues Juan Manuel Santos, que busca la reelección, es el presidente de todos los colombianos hasta el 7 de agosto del 2014 y está obligado a promover el diálogo social y, a través de este, la concertación entre los empresarios, los trabajadores y el Gobierno.

El vicepresidente y exdirigente sindical se refirió, junto a otros expertos consultados por EL TIEMPO, a la negociación del ajuste salarial en medio de una campaña en la que el actual presidente busca su reelección.

Además, como lo señala el director de la Escuela Nacional Sindical, Guillermo Correa, está el precedente muy reciente de la restitución cercana a ocho millones de pesos que les hizo el Gobierno nacional a los ingresos de los congresistas que había eliminado el Consejo de Estado.

A ese respecto, Garzón insistió en que la generosidad que se tuvo con los congresistas y servidores públicos de altos cargos se tenga con los millones de trabajadores que ganan el mínimo.

De acuerdo con Correa, en su primera campaña a la Presidencia, en el 2010, Santos hizo bastantes promesas en términos laborales, construyó un escenario de mucha expectativa sobre el empleo y los ingresos, y ahora es justo el momento en que los trabajadores tienen la carta de exigir respuestas porque las que ha dado en los últimos tres años no han sido necesariamente satisfactorias.

“Ese panorama de reelección pondrá al Gobierno en una situación que lo obligue a pensar un poco más en los trabajadores, no por voluntad política sino porque está en campaña y requiere mostrar resultados al menos para convencer a una parte”, agregó.

El presidente de un gremio empresarial da por un hecho que Santos se inclinará por un buen reajuste del salario mínimo, que incluso lo lleve a desconectarse de una base económica real, con el fin de ganarse el favor, “los votos”, de los trabajadores y sus familias.

Entre tanto, el vicepresidente, Garzón, señala que “el Gobierno debe llegar a la Comisión de Concertación con la mayor generosidad, igual los empresarios, para que el aumento del salario mínimo sea concertado”.

EL RITUAL DE TODOS LOS AÑOS

Para Guillermo Correa, director de la Escuela Nacional Sindical (ENS), la negociación tiende a verse mucho como un ritual, pues en la comisión no se logra un acuerdo porque las partes siempre llevan propuestas muy asimétricas, cada uno pone sus máximos y sus mínimos, lo que conlleva a que el escenario no sea muy propicio para la negociación.

Correa afirma que el modelo de negociación no ha sido muy útil, “pero realmente es el escenario de concertación y diálogo social que ha sido muy interesante, y es uno de los modelos que mayor resultado podría dar”.

A ese modelo le faltan, según Correa, unos tiempos previos de discusión “porque una de las dificultades es que se llega a la mesa muy en caliente, con visiones opuestas, y esto no crea un clima favorable para la negociación; si las partes trabajaran un poco más en acercamientos y cada una construyera un terreno más propicio para negociar, podría tener mayores éxitos”.

Para el vicepresidente, Angelino Garzón, el modelo de negociación es el que está en la Constitución política nacional, y lo importante es que los empresarios y el Gobierno lleguen con la voluntad política de dialogar y concertar con los representantes de las centrales sindicales y que estos también lleguen con la voluntad política de dialogar y acordar con los representantes del Gobierno y los empresarios.

tomado de: portafolio.co