El problema es que no todos lo hacen por medio de un trabajo formal y de acuerdo con el más reciente reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, la informalidad se ubicó en 49 por ciento dato que se complementa con que más de 50 por ciento no cotizan a pensión.

 

Pero, el hecho de no tener un trabajo formal no es una excusa para no ahorrar y cotizar a pensión, por eso esta redacción le explica qué alternativas hay para tener una vejez digna y segura.

 

El nuevo modelo de protección para la vejez ya está en marcha, y a través de programas como Colombia Mayor, se fortaleció la atención a los adultos mayores en extrema pobreza y por medio de los Beneficios Económicos Periódicos (Beps), el Gobierno pretende ampliar la cobertura a más de siete millones de trabajadores que hoy no cuentan con protección.

 

Para Miguel Largacha Martínez, presidente de Porvenir, en la actualidad se han establecido mecanismos que permiten a personas en la informalidad cotizar para acceder a su pensión, como por ejemplo los Beps.

 

“Este esquema permite a trabajadores que perciben ingresos inferiores a un salario mínimo realizar aportes previsionales, sobre la contribución efectuada y el Estado otorga un subsidio de 20 por ciento”, explicó el directivo.

 

Con este modelo el Gobierno busca proteger a aquellos trabajadores que ganan menos de un salario mínimo vigente o a quienes sus ingresos no les permiten entrar al Régimen de Prima Media de (RPM).

 

“El mayor problema de la población es que no tienen conciencia de la importancia del ahorro, la buena noticia para ellos es que el Gobierno ha tomado cartas en el asunto y con los Beps, que no van ser una pensión tradicional, se puede ahorrar como una forma de beneficio monetario periódico para el futuro”, explicó David Salamanca, director de regulación financiera del Ministerio de Hacienda.

 

También existe otra alternativa denominada, Pensión Familiar que según Largacha está diseñada para aquellas parejas que individualmente no alcanzarían las semanas requeridas.

 

“En estos casos, la pareja puede combinar y sumar de forma conjunta el tiempo de cotización para de esta manera lograr acceder a una pensión compartida”, agregó el presidente de Porvenir.

 

Esta se una alternativa atractiva para esas personas que alguna vez pasaron de tener un trabajo formal a la informalidad y que dada esta condición han decidido no seguir cotizando.

 

Durante el congreso de Asofondos, celebrado en Cartagena, la falta de trabajo formal fue una de las principales preocupaciones para el país.

 

Santiago Montenegro, presidente del gremio, señaló que es urgente que antes de entrar a debatir la próxima reforma pensional, se estructure una reforma laboral.

 

“Este Gobierno ha dado unos pasos muy importantes, con la Ley de Primer Empleo y con la Reforma Tributaria.

 

El Gobierno redujo hasta 13.5 por ciento los costos laborales totales, lo que ha mostrado que está tratando de formalizar más trabajadores, aunque la informalidad todavía es alta.

 

En el mejor de los casos la informalidad va a caer a 13.2 millones”, dijo.

 

Informalidad

 

La proporción de ocupados informales en las 13 áreas metropolitanas analizadas por el Dane fue de 49 por ciento para el trimestre móvil diciembre 2013-febrero 2014 y según la rama de actividad, 42.8 por ciento de la población informal se concentró en comercio, hoteles y restaurantes. Sin embargo, este no es un problema local.

 

De acuerdo con una publicación del Banco Mundial, el número de trabajadores informales en la Región es de aproximadamente 130 millones de personas y pese a que la informalidad cayó significativamente desde 65 por ciento en 2000, a 47.7 por ciento en la actualidad, el escenario es preocupante por los problemas futuros.

 

Uno de los mayores inconvenientes de tener tantas personas trabajando en la informalidad es que “implica, una menor recaudación de impuestos y un freno para la productividad de los países ya que un grueso de estos trabajadores no contribuyen a un sistema de pensiones y están desprotegidos, por ejemplo, ante cualquier eventualidad médica”, señaló Julián Messina, economista del Banco Mundial.

 

Uno de los problemas que ha identificado el Banco Mundial y otros expertos, es que existen dos grupos diferenciados de trabajo informal.

 

El primero, aquellos que al no encontrar empleos atractivos, optan por trabajar por cuenta propia y deciden excluirse de los beneficios del Estado y segundo, los que no logran conseguir un trabajo dentro del campo de la formalidad, por culpa de la falta de estudios.

 

Independiente de las causas que hacen del trabajo informal un común denominador, queda en evidencia que existen alternativas para tener un ahorro previsional y poder vivir una vejez de una manera digna y sin pasar necesidades.

 

Hay más mujeres en la informalidad que hombres

 

De acuerdo con investigaciones del Banco Mundial, en la Región la proporción de mujeres es mayor en la informalidad que la de los hombres.

 

Si se analiza la composición de género, 45 por ciento de los hombres trabaja fuera del marco de lo formal, mientras que 50 por ciento son mujeres.

 

De manera paralela, el estudio identificó que los más afectados son los jóvenes, específicamente los que se encuentran entre los 15 y los 24 años.

 

El informe también apuntó a que en la última década se crearon 35 millones de nuevos puestos de trabajo y la participación de las mujeres en la fuerza laboral se incrementó gradualmente.

Tomado de: https://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/actualidad/economica/215908-el-trabajo-informal-no-es-excusa-para-no-cotizar-pension