La reducción del desempleo nacional a 9,4 por ciento en el trimestre julio-septiembre favoreció mucho más a los hombres que a las mujeres.

El desempleo de las mujeres fue de 12,4 por ciento y el de los hombres, de 7,1.

La desocupación masculina en ese periodo registró una disminución anual de 10,5 por ciento, mientras que la femenina lo hizo en 3,2 por ciento, lo que llevó a un aumento de la brecha del desempleo por sexo de 63,8 a 74,6 por ciento entre un año y otro.

Las cifras del Dane simplemente demuestran que, incluso en momentos de buen comportamiento, el mercado laboral en general mantiene su ‘bronca’ contra las mujeres.

Del total de colombianos para el tercer trimestre, excluidos los de los llamados nuevos departamentos, el 50,7 por ciento son mujeres y el 49,3 por ciento, hombres.

Sin embargo, de la población económicamente activa (empleados más desempleados), los hombres son el 56,8 por ciento, al tiempo que representan el 58,2 por ciento de los ocupados.

Los restantes porcentajes, respectivamente, corresponden al sexo femenino.

Cuando lo anterior se mira en términos de tasa de ocupación, el abismo se hace mucho más evidente, pues para la fuerza laboral femenina es de 47,5 por ciento, superada en casi 22 puntos por la masculina.

En la calidad del empleo, en principio, los hombres también superan a las mujeres: la principal posición ocupacional para ellos fue la de obrero, empleado particular, con 43,9 por ciento, en tanto que para ellas fue la de trabajadora por cuenta propia, con 41,9, categoría en la que anida la gran mayoría del empleo informal, caracterizado precisamente por su precaria calidad, baja productividad y pobres ingresos.


EDUCACIÓN INFLUYE

Además, la tasa de ocupación de los hombres con educación superior completa fue de 86,5 por ciento, 7,1 puntos porcentuales por encima de la registrada por el sexo opuesto.

La distancia es mayor cuando se trata de educación secundaria completa: 81,7 por ciento para los primeros y 57 por ciento para las segundas.

Los resultados en materia de inactividad tampoco las favorecen.

El 61,8 por ciento de los hombres en esta clasificación se dedicaron principalmente a estudiar, mientras que el 55,4 de las mujeres hicieron oficios del hogar.


MENOS SERVICIO DOMÉSTICO

Lo que podría ser un miniconsuelo a todas las cifras que inclinan la balanza a favor de los hombres en materia laboral tiene que ver con la evolución anual del servicio doméstico, que se redujo en 3,8 por ciento en julio-septiembre.

Por género, las cifras muestran que en el caso de las mujeres disminuyó 5,8 por ciento, en tanto que en el de los hombres aumentó en 67,2 por ciento.

Vale la pena señalar, no obstante, que el 95 por ciento de este servicio en los hogares es desempeñado por mujeres.

Tomado de: portafolio.co