Una encuesta realizada por la revista científica Neurology a cerca de 19.000 personas en cinco países del continente europeo, reveló que el 22% de los alemanes, el 16% de los italianos, el 15% de los británicos, el 9% de los españoles y el 8% de los portugueses, afirman incluir la siesta dentro de sus hábitos de vida cotidianos.

Además, España, China, Japón, Filipinas, India, Grecia, Medio Oriente, África del Norte se reconoce culturalmente el valor de la siesta.

Muchas son las dificultades que se nos presentan a diario para mantener hábitos apropiados de descanso.

Las personas invierten entre una y dos horas para desplazarse al lugar de trabajo y también es común llevar tareas de la oficina para realizarlas en casa. Estas actividades le sustraen tiempo a las horas de sueño que el cuerpo requiere. La falta de sueño afecta la salud, la concentración, la alerta y el desempeño laboral.

Justamente Miguel Rivera, autor del libro “Dormir en el trabajo”, explica en sus páginas una metodología para desconectarse y descansar profundamente, aumentar energías, incrementar el nivel de creatividad, mejorar la capacidad de memoria y concentración.

Aunque Rivera determina que los períodos cortos no remplazan los períodos largos de descanso, una siesta con siete minutos de sueño profundo, es recomendable después del almuerzo, en la madrugada o en momentos que por necesidad se requieran. Está demostrado científicamente que este hábito mejora la salud, previene la ansiedad, y el estrés.

Así mismo, señala que además del esparcimiento, practicar deportes, meditar, pasar en familia, disfrutar de una buena conversación con un amigo, se deben generar espacios para desconectarse de las actividades diarias por medio de una corta y reparadora siesta que le permite al individuo descansar plenamente durante unos minutos.

Ilustres sueños

Grandes personajes han demostrado y evidenciado la importancia del sueño y el descanso.

Albert Einstein, comentó “el secreto del sueño: nuevos caminos y conocimientos”. Entre tanto, Winston Churchill se refirió al tema como “se debe dormir en algún momento entre el almuerzo y la comida, y no a medias… quítese la ropa y acuéstese en la cama. Eso es lo que yo siempre hago”.

Por su parte, Bill Clinton dijo: “Los días cuando he dormido poco, trato de encontrar tiempo para tomarme 15 minutos o media hora, y simplemente acostarme, hace toda la diferencia en el mundo”.

Tomado de: finanzaspersonales.com.co