De Computationis Jure Opiniones
Número 1412, Julio 27 de 2015 

Se trata de una actividad exigente que supone la capacidad de trabajar con personas de otras disciplinas, conocer las leyes y reglamentos que gobiernan el mercado y, obviamente, las normas que aplican a la información financiera que debe ponerse a disposición de los actuales y potenciales inversionistas. El asunto es más interesante y exigente cuando se trata de la primera colocación pública que pretende el emisor (Initial public offering -IPO).
 

En su mayoría los programas de contaduría pública colombianos forman para atender empresas privadas (es decir, no inscritas en bolsa) de tamaño mediano o pequeño. Así que sus egresados tienen todo por aprender si resultan trabajando para una gran empresa inscrita en la bolsa de valores. Mucho más si los títulos en cuestión están inscritos en mercados extranjeros, como el de Estados Unidos de América.
 

La literatura y la crítica contable colombiana rarísima vez tocan esas grandes empresas. Por lo general, al igual que los planes de estudio, se basan y se dirigen a medianas y pequeñas empresas privadas. Esto sucede aunque sus referentes bibliográficos de carácter económico estén concebidos a la luz del gran mercado.
 

El no estar preparado para participar en las “grandes ligas” es uno de los mayores motivos de descalificación de nuestros profesionales, tanto de los que preparan como de los que aseguran información. Es en el mercado de valores donde se despliegan con toda amplitud los estándares internacionales.
 

Para triunfar en una emisión, entre otras cosas, hay que saber cómo piensan y toman decisiones los inversionistas. Hay que estudiar cuanta literatura haya al respecto. Por ejemplo podemos citar el artículo de Salam Abdallah y Khalil Hilu, , titulado Exploring Determinants to Explain Aspects of Individual Investors’ Financial Behaviour (Australasian Accounting Business & Finance Journal, 2015, volumen 9, número 2, páginas 4 a 22). Según ellos “(…) The model indicates that risk attitude relates with investors’ perception in terms of three factors; availability of trading information (information asymmetry), how investors perceive market situations, and their level of self-confidence or overconfidence. These set of factors tends to explain the inefficiencies of markets (Shleifer, 2000). (…)”.
 

La psicología de los inversionistas es fascinante. Muchas decisiones son tomadas intuitivamente. Otras tantas son influidas por los intermediarios del mercado, quienes se encuentran en el gran conflicto de derivar su remuneración de las operaciones que logren que sus clientes efectúen. Aunque en las grandes bolsas la información (financiera y no financiera) está muy regulada y siempre es objeto de auditoría, no faltan los sesgos de los emisores que, obviamente, quieren parecer encantadores, lo cual es posible pero sin faltar a la verdad.

Hernando Bermúdez Gómez

Pontificia Universidad Javeriana
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Número 1412, Julio 27 de 2015