De Computationis Jure Opiniones
Número 1314, mayo 18 de 2015

Si el informe goza de esta cualidad, podrá ser leído con provecho. Algunos informes son analizados cuidadosamente y a otros se les trata como simple papel. Los mejores reportes son aquellos que se preparan desde la perspectiva del destinatario en vez que desde la conveniencia del emisor.

 

En nuestro país, muchos empresarios quieren contar poco de su negocio. No les gusta emitir información periódica, no les gusta la información detallada y no acatan la obligación de depositar sus estados financieros en el registro mercantil. Defienden la reserva comercial y la reserva de las declaraciones tributarias. Como, equivocadamente, las autoridades privilegian los saldos, muchos recurren a cuadros que contienen exactamente la información que el formato exige.

 

Las nuevas normas de información financiera pretenden que el emisor ilustre suficientemente a los destinatarios, de manera que estos entiendan el negocio de la empresa y puedan evaluar sus proyecciones. Aunque habrá quien las cumpla con amplitud, no faltarán los que buscarán la divulgación mínima.

 

Siendo claro que la ley por sí misma no produce la voluntad de procurar revelaciones plenas, es pertinente preguntarse qué situaciones o circunstancias actúan en la realidad logrando provocar mejores reportes.

 

Karthik Balakrishnan, John E.Core y Rodrigo S.Verdi nos presentan algunas reflexiones sobre este asunto en su artículo The Relation Between Reporting Quality and Financing and Investment: Evidence from Changes in Financing Capacity (Journal of Accounting Research, marzo de 2014, volumen 52,  número 1, páginas 1 a 36)- “(…) we find that firms with higher reporting quality have a lower sensitivity of investment to changes in collateral (…)”, “(…) firms with higher reporting quality also have a lower sensitivity of financing to collateral changes (…)”, “(…) firms increase reporting quality subsequent to decreases in the values of their real estate assets (…)”.

 

De manera que las necesidades de financiación determinan la calidad de los informes contables. En Colombia hay muchas operaciones de crédito que no se basan en estados financieros. El estudio de éstos suele ser realizado por prestamistas y asesores profesionales, a quienes toca convencer para lograr su apoyo. En cierta manera esto rima con el mensaje que acompaña la inscripción en una bolsa de valores: si se quiere obtener dinero del mercado de capitales es necesario divulgar más y mejor información, usando como referencia las llamadas IFRS completas. Pero si no hay esas aspiraciones, el informe probablemente sea reducido a su más pequeña extensión. Resulta interesante descifrar la piscología de los emisores.


Hernando Bermúdez Gómez

Pontificia Universidad Javeriana
De Computationis Jure Opiniones
Número 1314, mayo 18 de 2015